La liberación de Antonio de Jesús, el estudiante del Tecnológico de Xalapa que fuera detenido y exhibido a nivel nacional como el asesino de dos periodistas, fue gracias a sus compañeros de trabajo que se manifestaron y mostraron pruebas de su inocencia. Los medios de comunicación no oficialistas también contribuyeron a su liberación, pues mostraron la pifia de la Fiscalía, que detuvo a Antonio de Jesús sólo por ser homónimo de un criminal al que le dicen “El Mara”. El gobierno de Veracruz fue quien exhibió al joven a nivel nacional. El gobernador Cuitláhuac García hasta felicitó a la estulta fiscal Verónica Hernández Giadáns por sus “excelentes” resultados. Fue el gobierno de Cuitláhuac García quien violentó los derechos del joven Antonio de Jesús, fue el gobierno de Veracruz quien vulneró su presunción de inocencia y hasta le inventó una historia para que se declarara culpable. Entonces, ¿a qué fue la madre del joven a Palacio de Gobierno? ¿Fue a dar las gracias al gobernador por la pendejada que su gobierno cometió? No señora, deles las gracias a los repartidores que se manifestaron en la Plaza Lerdo, a los periodistas que de inmediato se dieron cuenta de la injusticia que estaba cometiendo su gobierno y que lo denunciaron exigiendo su liberación. Señora, dice Dante, el de la Divina Comedia, que hay un lugar en el infierno para los desagradecidos, y es un lugar muy frío.
El verdadero Mara ya le prendió una veladora a la estulticia de Verónica Hernández Giadáns; le dieron el pitazo para poder huir
Claro que existe un Antonio de Jesús al que llaman “El Mara”, un sicario que opera en la zona sur de Veracruz. Al parecer este sujeto tiene cuentas pendientes y hasta órdenes de aprehensión. En este momento “El Mara”, Antonio de Jesús, debe de ser el hombre más agradecido con la Fiscalía de Veracruz. Y es que como usted sabe, en su pendejez los ministeriales aprehendieron al Antonio de Jesús equivocado. Al estudiante del Tecnológico de Xalapa lo detuvieron porque se llamaba Antonio de Jesús, lo detuvieron porque físicamente se parecía. No les extrañó a los ministeriales que el joven, en lugar de andar escondido, estuviera repartiendo comida cerca de Costco, donde fue detenido. A las autoridades lo que les preocupaba era detener a alguien para cumplir con el plazo que les había puesto el presidente López Obrador, quien tampoco está preocupado por la muerte de los periodistas en Veracruz, sólo le interesa que se encuentre a un culpable para taparle el ojo al macho. Pero se equivocaron de culpable. Afortunadamente este Antonio de Jesús, estudiante del Tecnológico de Xalapa tiene muchos amigos comprometidos, los cuales se manifestaron y exigieron su liberación pues Antonio estuvo siempre con ellos, trabajando para costearse los estudios. Mientras tanto el verdadero Mara debe de estar prendiendo una veladora a la estulticia de Verónica Hernández Giadáns, pues gracias al pitazo que le dieron ya debe haber puesto tierra de por medio.
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