Es precisamente en ese tenor que la crisis institucional que encendió de nuevo los focos rojos del cuarto de guerra de Palacio Nacional, llevando directamente a la titular de la FGE y a su “partness” el rozagante y henchido secretario de Gobierno, E. Patrocinio Cisneros Burgos a ser el factor de la medida.
Urge a como dé lugar cambiar el “statu quo” de Veracruz y sobre todo de su procuración de justicia, de la que la construcción de delitos, el encarcelamiento de personas inocentes, y hasta la construcción de presuntos presos políticos, han puesto en negativos las preferencias electorales de la entidad.
Pero habrá quien afirme que aún falta mucho para las elecciones en Veracruz, y ciertamente, el proceso más cercano será en 2024, pero aun ni con eso, le daría a la administración Cuitláhuista para poder revertir el hartazgo y el fastidio que les ha representado la actual administración.
Vejaciones, violaciones flagrantes al Estado de Derecho, a los Derechos Humanos de las y los ciudadanos que por pensar distinto se convirtieron en enemigos del actual régimen.
Urge de inmediato, tener la caída de la popularidad de la misma titular de la FGE, señalada incluso de incompetencia para el cargo, a desempolvar la denuncia penal en contra de uno de los archienemigos del actual grupo cercano a Cuitláuhac García.
Así de la chistera, y sabedor de que irían por él, el presidente López Obrador se les adelantó tocando el tema en su conferencia mañanera de este lunes.
Al ser cuestionado sobre las presuntas denuncias en contra de su super delegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara, afirmó que solicitará a la FGE y su titular entregue un reporte de los presuntos delitos del funcionario y con estricto apego a derecho.
Según la información, la exfuncionaria acusa haber sufrido agresión sexual a cambio de obtener prebendas oficiales, por lo cual se abrió la carpeta de investigación 254/2020.
El mismo Huerta Ladrón de Guevara ha pedido que se investigue, así lo ha referido el propio presidente López Obrador, ahora pues veremos de que son capaces, los incapaces, en su actuar.
La prueba –que como señuelo- ha enviado el presidente, será posiblemente la última prueba que necesita para confirmar el grado de estulticia con la que estos hijos mal logrados de la 4T se desenvuelven.
Al tiempo.
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