sobre todo, con un profundo amor por México”, afirmó.
Sin embargo, en su lugar, el presidente nombró a la maestra Delfina Gómez, quien fue sancionada por el Instituto Nacional Electoral (INE) porque como alcaldesa de Texcoco descontó un porcentaje de sus salarios a funcionarios y empleados municipales para financiar a Morena, partido por el que ahora se dispone a contender por la gubernatura del Estado de México el año entrante. Para ello, 18 meses después de haber sustituido a Moctezuma Barragán en la Secretaría de Educación Pública (SEP), será relevada en septiembre próximo por Leticia Ramírez Amaya, una maestra de educación básica que en la actual administración se venía desempeñando como directora de Atención Ciudadana dependiente de la Coordinación de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, mismo cargo que ejerció también de 2000 a 2005 en el gobierno del entonces Distrito Federal encabezado por López Obrador.
Ramírez Amaya todavía no toma posesión formal de su nuevo despacho, pero en la Secretaría de Estado que está por ocupar ya comenzaron a darse algunos movimientos. Este lunes, por ejemplo, Claudia Sheinbaum, la Jefa de Gobierno de CDMX y fuerte aspirante presidencial de Morena, anunció que Ramón Jiménez dejó la titularidad de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) para asumir la dirección general del Tecnológico Nacional de México, un órgano desconcentrado de la SEP creado en julio de 2014 y del cual dependen en el país alrededor de 260 institutos tecnológicos federales y descentralizados –entre ellos siete y 22, respectivamente, que se ubican en el estado de Veracruz–, así como otros 7 centros de investigación, como el Centro Regional de Optimización y Desarrollo de Equipo, que funciona en Orizaba.
Estos movimientos en el gabinete presidencial y los anticipados pronunciamientos a favor de Sheinbaum de gobernadoras y gobernadores de Morena, incluido hasta un hermano de AMLO, hacen cada vez más evidente que la candidata del partido obradorista a la Presidencia de la República será la mandataria capitalina y que también, sin ningún rubor, intentarán operar desde la SEP y el potencial gobierno del Estado de México en la sucesión presidencial de 2024.
SHEINBAUM, CON SÚPER ASESOR
Por cierto, ayer el diario español El País dio la primicia de que Antoni Gutiérrez-Rubí, el asesor político que ayudó al ex guerrillero Gustavo Petro a ganar las elecciones presidenciales en Colombia, se sumará al equipo de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
De acuerdo con la versión del periódico madrileño, Gutiérrez-Rubí se incorporará al área de comunicación de Sheinbaum, pero puntualizó que hasta el momento no se han dado más detalles de cuáles serán exactamente sus funciones, lo que resulta relevante para saber si sus servicios profesionales, que no deben ser nada baratos, los pagarán los capitalinos con sus impuestos o la precandidata de su bolsillo.
Y es que Gutiérrez-Rubí es un asesor de comunicación y consultor político con más de 35 años de experiencia, que brinda sus servicios profesionales tanto en España como en América Latina.
El País refirió que además de trabajar con el colombiano Petro, también ha asesorado a Alberto Fernández, presidente de Argentina, y a Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta de esa nación.
En España, el consultor ayudó también a que Juan Manuel Moreno Bonilla fuera el primer gobernante del Partido Popular en Andalucía en el año 2018.
El triunfo más reciente de Gutiérrez-Rubí fue que Gustavo Petro –un economista que fue miembro del movimiento guerrillero urbano M-19, alcalde de Bogotá, fundador del partido político Colombia Humana y líder de la coalición política Pacto Histórico– ganara por fin en mayo de este año las elecciones presidenciales, luego de dos intentos fallidos anteriores, en 2006 y 2018.
¿Logrará llevar este asesor español a la primera mujer a la Presidencia de México en 2024?
Ya se verá. Por lo mientras, su incorporación al staff de Sheinbaum viene a reforzar la versión sobre las preferencias de Palacio Nacional hacia la Jefa de Gobierno de CDMX. ¿O acaso doña Claudia se fue por la libre y no consultó esta decisión con su guía moral y mentor político?
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