Desde ahí se empezó a notar la división interna de MORENA, pues en anteriores votaciones similares al partido mayoritario le bastaba una sola ronda de votación para ganar sin problemas. Pero en esta ocasión fueron necesarias hasta tres rondas para definir. ¿Qué paso?
Posteriormente en la segunda ronda, tampoco pudo Alejandro Armenta ganar. Votaron 121 de los 128 senadores de los cuales solo 60 votaron por él, pero como el Reglamento Interior exige 61, por lo que se tuvo que realizar una tercera votación.
Por último, los senadores de MORENA Eva Galaz Caletti, Claudia Balderas Espinoza, César Cravioto Romero y Guadalupe Covarrubias Cervantes, se negaron a votar hasta que fueron conminados a hacerlo desde la tribuna y votaron, con lo que Armenta ganó con 65 votos.
Así, se impuso la mano de Ricardo Monreal y le arrebató la Mesa Directiva a su propio partido político.
Pero ese no fue el único mensaje que Monreal envió a MORENA y al Presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que sin anunciarlo, de última hora se inscribió para ocupar la presidencia de la Mesa Directiva y logró 52 votos. No ganó, pero quizá ese no era su fin, sino demostrar cuantos senadores de MORENA están de su lado y además, dar muestras de su control que tiene en la oposición.
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