En improvisadas tertulias de fin de semana se expresaron diversas opiniones en relación a la sucesión presidencial en puerta:
--Andrés Manuel López Obrador es muy astuto y nos pretende engañar con la verdad. Presenta a Claudia como su favorita y, en realidad, apoyará a su paisano Adán Augusto --presumen unos.
--Quienes lo conocen lo saben, AMLO se saldrá con la suya e impondrá a Sheinbaum contra viento y marea --reviran otros.
--¿Y Marcelo Ebrard? Éste abriga la esperanza de que los astros alineados, las circunstancias o un milagro político le concedan la candidatura presidencial y asunto resuelto.
--¿Por Movimiento Ciudadano quién iría? Tal vez Dante Delgado convenza a Ebrard en caso de no ser nominado por Morena.
De la 4T no hay más corcholatas destapadas y bendecidas por ya saben quién. Ricardo Monreal quizá logrará la candidatura por la Ciudad de México… o nada.
Antes de noviembre de este año sabremos quiénes serán los candidatos a la presidencia. Por Morena son tres las corcholatas. La caballada de la alianza "Va por México" está todavía muy flaca.
UN TRAVIESO DUENDE EN EL METRO…
Este domingo ocurrió un nuevo percance en el Metro de la Ciudad de México. Un convoy de la Línea 7 se separó al llegar a la estación Polanco y los pasajeros fueron desalojados.
No es necesario ser experto en la materia para deducir que la causa sería la falta de mantenimiento debido al recorte presupuestal. Y habría que preguntar a la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, adónde va a parar el dinero escatimado al Metro.
La respuesta, jamás aceptada ni por Claudia ni por el presidente López Obrador, es obvia.
El autor de estos “incidentes” o “sabotajes” ha de ser el mismo duende que introdujo cambios a la iniciativa para reformar las leyes secundarias electorales, el Plan B de AMLO.
El Metro puede ser el Waterloo de Sheinbaum si la eficiente Guardia Nacional no captura cuanto antes al travieso duende. ¡Aguas! |