Luego del encontronazo de anteayer entre el canciller Marcelo Ebrard y la ex embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, en el búnker del secretario de Relaciones Exteriores están proyectando más confianza que zozobra por la defensa que públicamente hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador del titular de la SRE, pese a los vínculos familiares de la esposa del mandatario, Beatriz Gutiérrez Müller, con la diplomática en retiro.

Y es que además de cederle este martes a Ebrard la tribuna de su conferencia mañanera para rebatir las declaraciones que la ex embajadora en Washington había hecho en Univisión al periodista León Krauze –hijo del historiador Enrique Krauze, uno de los “conservadores” más repudiado por AMLO–, el presidente afirmó que lo dicho por Bárcena sólo “son conjeturas” y que no tiene fundamentos para afirmar que fue engañada por el canciller que, según el libro de Mike Pompeo, secretario de Estado con el expresidente Donald Trump, habría llegado a un acuerdo para aceptar el programa migratorio “Quédate en México” a cambio de mantenerlo en secreto.

López Obrador señaló que “León Krauze es enemigo de nosotros, es adversario, para no exagerar, son de los que están molestos porque eran los predilectos del régimen anterior, del antiguo régimen. Entonces todo lo que reportan, todas sus entrevistas, como sucede en México en la mayoría de los medios es en contra de nosotros”.

El jefe del Ejecutivo federal revivió el discurso contra la prensa, que en el pasado se dedicó a “quemar incienso” a los gobernantes y que recibían en la mayoría de los casos privilegios y dinero; ahora ataca a su gobierno como no lo hacía desde Francisco I. Madero, el apóstol de la democracia. “No eran los medios el Cuarto Poder, llegaron a ser el principal poder, al grado de que los medios imponían a candidatos y los hacían ganar”. Por eso, dijo, están inconformes y atacan a su gobierno, afirmó.

Criticó, además, a los diplomáticos conservadores que durante la Presidencia de Felipe Calderón permitieron la intromisión de Estados Unidos mediante el operativo “Rápido y Furioso”, que facilitó la introducción de armas a México que fueron utilizadas por el crimen organizado.

La alusión de López Obrador habría sido también para el diplomático retirado Agustín Gutiérrez Canet, esposo de Bárcena y tío de la primera dama Beatriz Gutiérrez Müller, quien se inclinaría más por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para suceder a su marido en 2024.

Y es que, en 2020, el periodista Raymundo Riva Palacio recordó el papel de personero de Carlos Salinas que desempeñó Gutiérrez Canet como embajador en Irlanda, cuando el expresidente se autoexilió en aquel país tras la detención de su hermano Raúl al inicio del sexenio de Ernesto Zedillo, cuyo secretario de Gobernación era Esteban Moctezuma, quien casualmente por acuerdo de Ebrard y AMLO dejó la Secretaría de Educación Pública (SEP) para sustituir en febrero de 2021 a Bárcena en la Embajada de Washington.

Según Riva Palacio, Gutiérrez Canet sirvió de enlace con mexicanos que visitaban Irlanda para entrevistarse con Salinas de Gortari. Uno de ellos fue Jorge Castañeda, quien al inicio del sexenio siguiente de Vicente Fox (2000-2006) sería canciller y ahora figura en la extensa lista de López Obrador de los intelectuales “conservadores” enemigos del régimen de la 4T.