En el Estado de México hubo una extraña victoria que se percibe y huele en todo el País y por ende en Veracruz, donde, al parecer cada uno de los partidos registrados ante los órganos electorales y sus aspirantes, habrán de rascarse con sus propias uñas para el próximo año.
Las campanas al vuelo por el triunfo electoral en el Edomex, legal por cierto, dentro de lo aceptado por la ley, pero los mareados que alardean los triunfadores ajenos, deberían analizar muy bien si ese triunfo legal es justo lo que querían.
Ganar por ganar debe ser cuestionado en este momento, bajarse de su soberbia y ver con ojo crítico el resultado real de la elección.
La maestra Delfina Gómez Álvarez quien cabalgó en escenarios abismales de corrupción putrefacta, ganó la elección con casi el 26 por ciento de los votantes inscritos en el padrón electoral y en total votó menos de la mitad de esos ciudadanos. Trasciende con números fríos.
Es decir, se ufanan y alardean los morenistas de Veracruz, un triunfo a medias.
Y, creanlo, hay un importante sector del morenismo auto llamado de las "meras bases, que se rebela ante la forma como se lleva al partido, ante la aceptación de migrantes de los llamados de la oposición, que desde las mismas entrañas de esferas gubernamentales y del "pinche poder", hacen las mismas prácticas del cochupo electoral de las últimas décadas.
Otros más, también es cierto, no quieren a Delfina Gómez, por los motivos que sean y, peor aún, el hartazgo también llegó a Morena.
Los expertos en esta lides dijeron que el Edomex sería el laboratorio para conocer el comportamiento del votante, en el resto del País y en los 8 estados donde habrá una especia de prueba de lo que será 2024.
El resultado donde muchos advenedizos y oportunistas ¡gritan y viciferan Ganamooos! No puede ser aceptado por los demás aspirantes, como un resultado fatal y asumir que “sea como sea, ganamos”.
Y, créanlo, el hartazgo llegó en contra de Morena, entre más de 8 millones de Veracruzanos por culpa de Cuitláhuac García y sus secuaces, quienes hoy por hoy se sienten los maravillosos candidatos y que se presentaron en la elección violentando la ley electoral, no son los maravillosos funcionarios que se esperaban, en muchos casos la decepción es grande y esa situación es un caldo de cultivo que pudieran aprovechar otros aspirantes a la " grande" por Veracruz.
La oposición , así se ve, está pedorra, está peor que dormida”. Sí pero…
“Ya ganamos Coahuila, descansemos sobre los laureles”. Mmm.
Menos de la mitad del padrón electoral del Edomex, salió a votar el domingo pasado; un poco más de la mitad de ese “menos de la mitad” hizo triunfar a Morena, claro está con el millón de votos que aportaron el PT y Verde Ecologista.
Este es un dato para tomar en cuenta, y que los suspirantes en Veracruz ya dejen de sentirse paridos por las hadas y retomar aquella actividad que convenció a los mexicanos que se volcaron a las urnas en 2018.
Aunque claro, y eso también se lo tienen que clavar bien en la mente y tragarse con sapos, culebras y tepocatas prietas, los soberbios y prepotentes engreídos morenistas oportunistas de Veracruz, el próximo año ya no habrá la inercia " Peje Lagarto" ni el efecto Morena.
Ahora, estaríamos solamente, en espera de ¿quién de los tiradores a la gubernatura, aplica el discurso incendiario, por parte de la oposición?, los veracruzanos tienen sed de justicia, quieren ver tras las rejas a los corruptos funcionarios del " primer grado" que se han enriquecido saqueando y robando los dineros del pueblo, falta un rival de peso, un auténtico líder que golpeé el panal putrefacto de estos nefastos funcionarios corruptos a quienes también tendrán que denunciar (porque dicen que ya no hay)
Estos 4 entes electorales tienen el pulso político real de su terruño y, miles de simpatizantes, pero, claro está, todos quieren ser cabeza de León y no cola de ratón; ¡¡Unidos en el 2024, serían invencibles.
Haber quién se echa ese trompo a la uña?. He dicho
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