Al consultar su Estado de Cuenta fue cuando le surgió la duda del por qué su deuda había subido en lugar de bajar, es decir; ¿cómo es posible que con una tasa de interés legal como lo es el seis por ciento anual la deuda se incrementó?
Al recibir la atención a su cuestionamiento, el representante del fondo de vivienda le dijo que la razón era sencilla, su deuda no se había incrementado, sino que se había “actualizado”; y ¿qué no es lo mismo que incrementado, disculpe? insistió.
Si y no, -dijo el ejecutivo-, su deuda -le explicó- tiene una tasa de interés muy bajo, pero el saldo no se le otorgó en pesos, sino en UMA´s y cada año la UMA sube, así que en el año 2022 su saldo deudor se actualizó a 41 mil, pesos más, pesos menos, de lo que le prestamos, y para este año 2023 pues se actualizó otros 44 mil pesos y fracción.
Y a esos incrementos, le suma Usted el interés anual del seis por ciento, y ahí le sale la cuenta, remató; al tiempo que leía un detalle de estado de cuenta en donde se observa Alejandra abonó de los 115 mil pesos, 92 mil pesos a intereses.
Así que, lo que aboné no fue ni para intereses, cuestionó Alejandra, ya con cierta molestia.
Por lo que el asesor al estilo ‘tres patines’ se limitó a decir, que las cuentas presentadas y la forma de hacer el cálculo ella las había aceptado y firmado ante Notario Público, por lo que así se había hecho constar, y así se tenía que pagar.
¿Y entonces el bienestar? pregunta Alejandra, al tiempo que se reclama el no haber acudido mejor a un banco a solicitar el préstamo con hipoteca pues aquí en casa le había salido peor, un robo descarado.
Sin más remedio y después de noches y días sin paz, decidió acudir a los beneficios que se anunciaban con bombo y platillo para créditos de reciente contratación, pedir prestado incluso, para liquidar la cuenta y acabar con esa avalancha de incrementos anuales, si en dos años lo que subió, ahora súmele veinte más, ¡olvídese!
Otra gran decepción se topó pues primero le dijeron que su crédito no era candidato a beneficio alguno, mucho menos a quita, por lo que tuvo que reunir el saldo total, pero una vez pagado y al reclamo de que los descuentos le continuaban, el encuestador que le llamo le dijo que sí tenía derecho a que le rebajaran el 10% al liquidar en una sola exhibición, y que lo solicitara por escrito.
“Pues es que un día dicen una cosa y al otro día otra” (como la chimoltrufia). Así que espera pronto reunir recursos para poder ir a la Ciudad de México y gestionar la devolución de lo que pagó de más, eso también debería atenderlo el INDEP, y quizá así justificaría su nombre.
Alejandra quiere que su caso se sepa, no quiere que nadie más viva lo que ella vivió, pues fue afortunada de poder liquidar; pero está de acuerdo en que la mayoría no tiene esa posibilidad, ella recomienda abonar a los saldos en el mes de diciembre para no sentir “tan duro el golpe” en el mes de enero cuando venga la actualización.
Yo, creo que llamarle “actualización” al aumento, para no sentir tan feo, y hacer de cuenta que solo te cobran el interés legal, es para “socializar la usura”.
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