El debate es parte esencial de la política donde reine la democracia, porque con ello, hay la garantía de un intercambio de ideas donde es posible que el espectador se haga de una imagen de cuánto le fosforean las meninges a los interesados y de cierto modo, ver el tamaño de cada animal político que aspira a ser candidato al 2024.
Un buen debate podría ausentarse de descalificaciones pero en el mejor de los casos, hay quienes gustan de la elegancia para poner en su lugar al contrincante, y para ello se requiere de inteligencia, la cual debe estar en la parte emisora como en la receptora, para no engancharse y de ser posible, devolver en los mismos términos “la flor”…
Podrían argumentar que evitar el debate es evitar fisuras al interior del partido, pero entonces queda claro que en Morena la disidencia, el desacuerdo, el pensar diferente, o simplemente pensar, es algo que se debe evitar porque de eso, el Pastor se encarga…
El segundo punto es el más preocupante. Acordaron en el Consejo morenista que se “evitarán los medios reaccionarios, conservadores, adversarios de la Cuarta Transformación y partidarios del viejo régimen”...
Es decir, para Morena y luego entonces, para el Gobierno federal, hay prensa que no es acorde porque discrepa de su doctrina.
Cualquier gobierno que se precie de democrático, debe tener como balanza una prensa crítica pero esto no basta. En México hay una prensa crítica y si para algunos eso debiera “legitimar” el ejercicio amplio de la Libertad de Expresión, el hecho de que las Mañaneras tengan prensa a modo, hace que cualquier tinte de democracia que prentenda el Sistema en el Poder, se venga abajo.
Y es curioso, porque para que se pudiera ampliar el ejercicio de la Libertad de Expresión, se tendría que permitir un debate entre los medios críticos y el Gobierno… y Xóchitl Gálvez, sin que sea periodista, sabe de lo que hablo… si no hay amplitud en los medios, mucho menos en los ciudadanos… eso está más que claro.
Luego entonces, tenemos un partido en el poder que a sus propios militantes subyuga, aunque aquí me queda claro que al menos hasta lo que llevamos de poder moreno, son pocos a los que no les hace gracia el sabor de la coyunta. |