Jorge Moncayo Contreras, elemento de la policía estatal, conocido como “Power”, falleció la noche del lunes en el Hospital de Especialidades del IMSS, en el puerto de Veracruz.
“Power” resultó herido en aquel tiroteo ocurrido el 17 de junio en la carretera federal Veracruz-Xalapa, cerca de la base aérea de Las Bajadas, en un enfrentamiento entre elementos de Seguridad pública y un comando armado.
En el lugar del enfrentamiento, otro policía estatal -Juan Carlos Pío Palayot- cayó abatido por los disparos del grupo armado y perdió la vida. Jorge Moncayo, mientras tanto, fue levantado aún con vida y tras dos semanas de agonía finalmente falleció.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó en aquella ocasión que una patrulla de la corporación le marcó el alto a una camioneta doble cabina de color rojo en la que viajaban varios hombres “que resultaron sospechosos”, pero en respuesta los sujetos les dispararon y después huyeron.
Se inició una persecución que tuvo como punto culminante el enfrentamiento a tiros en la carretera federal. Tres elementos resultaron heridos; uno de ellos murió en el lugar del enfrentamiento y los otros dos fueron trasladados a hospitales de la ciudad de Veracruz.
La muerte de dos policías en un enfrentamiento con un grupo armado no debería, sin embargo, preocuparnos, pues este martes el gobernador Cuitláhuac García insistió en que Veracruz es la entidad que más a mejorado las cifras de incidencia de delitos de alto impacto, respecto a los números “los gobiernos de antes”.
El mandatario estatal anunció el reforzamiento de acciones para combatir el “huachicol de gas” en la zona de Tierra Blanca, y aunque la mayoría de los medios interpretó esa medida como “una instrucción” del presidente López Obrador, en realidad Cuitláhuac García dijo que fue “un encargo”.
Muy grave sería -aunque en los hechos así suceda- que el gobernador de Veracruz admita que recibe “instrucciones” del presidente de México.
“Ahora venimos a atender un tema federal; el presidente (López Obrador) nos encargó ver lo del huachicol del gas y ese tema estamos atendiendo el día de hoy, vamos a hacer unas inspecciones”, dijo.
Fue en esa entrevista en la que aprovechó el tema para presumir que hoy tenemos “un Veracruz más tranquilo” y que se ha visto una disminución en los delitos de alto impacto en lo que va de su administración.
“Un 34 por ciento ha bajado el homicidio doloso y el secuestro estamos bajando 90 por ciento”.
Mientras tanto, esta semana una familia más, ahora la de un policía uniformado, sufre las consecuencias del descontrol que se vive en la entidad con las bandas de la delincuencia organizada. Ninguna cifra alegre del gobernador podrá soslayar las ejecuciones en el norte de la entidad, en la zona entre Papantla y Poza Rica, o la impunidad con la que actúan bandas en el sur del estado, cobrando piso, robando ganado y ejecutando a quienes oponen resistencia.
Mientras todo eso sucede, los mandos policiacos se ocupan en su principal afición: el acoso a las mujeres policía.
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Epílogo.
De manera sorpresiva (pues todos pensaban que pasarían muchos meses más para conseguir su libertad) el pasado lunes un juez de control cambió la medida cautelar a Jorge Ignacio Botas y Diana Elizabeth Fuentes (padres de Marlon Botas, señalado por el presunto feminicidio de Montserrat Bendimes). *** El juez les concedió a Jorge Ignacio y Diana Elizabeth la libertad condicional, para que enfrenten desde fuera de prisión, la denuncia que pesa en su contra por “omisión de auxilio”. *** Conforme se agudiza el problema de la escasez de agua potable en varios municipios de Veracruz, más evidente se hace la falta de acciones efectivas, por parte del gobierno estatal, en materia de protección ambiental. *** Las autoridades hablan de situaciones “atípicas”, pero no explican que éstas tienen su origen en la deforestación sin freno que se da en las ya de por sí escasas áreas boscosas de la entidad.
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