¿Por qué tener en nevera tal cantidad de cuerpos desmembrados? La pregunta parece obvia por la respuesta lógica inmediata: Para su preservación. Sí, parece lógico, pero suena tan retorcido y hasta cierto grado enfermo…
¿Qué pensaban hacer con estos restos humanos? ¿Por qué resguardarlos? ¿Cuál sería su fin?
Si se acude a cualquier hemeroteca que nos acerque a la zona de Poza Rica, bien podríamos citar, antes del caso de las neveras, mínimo tres previos:
El 9 de mayo, en el bulevar Central Poniente, frente a la Inspección Tubular de Pemex, arrojaron restos humanos en bolsas negras con una lona blanca con un mensaje…
A finales de mayo, se reportó el hallazgo de varias bolsas negras con restos humanos en la calle Xalapa de la colonia Ruiz Cortines, en Coatzintla, municipio cercano a Poza Rica.
Hace casi un mes, el 21 de julio, vecinos de la colonia Aviación Vieja en Poza Rica, reportaron la aparición de un cuerpo desmembrado…
¿A qué vamos? La facilidad que se tiene para ir de calle en calle ya sea en Poza Rica o Coatzintla, y “depositar” restos humanos en donde plazca.
Lo peor: Si tomamos en cuenta los tres casos citados así como el “descubrimiento” de las neveras, suena terrible pensar en Poza Rica como un “Departamento de Carnes Frías del Crimen Organizado”...
La pregunta que más incomoda aun cuando Cuitláhuac García ya haya dado “respuesta” con una sentencia estólida: ¿Quiénes son esos cuerpos? Y sumaría ésta más: ¿De dónde vienen?
Si bien, Cuitláhuac integra a los restos humanos encontrados a un “Ajuste de Cuentas” es seguro que en más de 13 familias (versión oficial) o más de 30 familias (versión inicial) tengan un momento de incertidumbre entre la esperanza y el desasosiego… porque es seguro que estos cuerpos desmembrados tuvieron un hogar y alguien que los esté buscando… los desaparecidos.
¿Por quiénes no preguntarían en Poza Rica por 13 o más de 30 personas? Es una idea, pero no por ello, descabellada: indocumentados.
Con las dos últimas preguntas bien se podría echar abajo la manera simple, estólica y vulgar de Cuitláhuac para “resolver” con un “ajuste de cuentas” este dramático suceso en Poza Rica.
La sencillez de Cuitláhuac para “entender” esta carnicería hace formular dos últimas preguntas: ¿O el Gobernador no le da frío decir tanta sandez, o tiene congelado el cerebro?
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