“Selecciona una labor que te guste y nunca tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”
Alfonso Mora Chama
Fue cierto y me lo comentó un Subgerente de Banco, el que sigue funcionando en Xalapa, en la Plaza Lerdo, esto fue allá por los años de 1972 y lo mencionaba con entusiasmo y con satisfacción, en una de las cómodas mesas de respaldo con respaldo en el añorado Bar Las Palomas, del buen “Chilo” Santorum y su hermano, el mismo que trabajaba en la Comisión Federal de Electricidad, deben recordar los colegas de mi camada, las anécdotas del mesero el “Tigre” y la pinche rata que se trepaba en los zapatos de los clientes de la barra… los charolazos cuando después de pagar la cuenta salía uno de los amigos y se la aventaban en los pies al coreado grito de “putooooo”, por eso ahora éste prohibido grito en los estadios de fútbol, ya está pasado de moda… pues bien…
Mi amigo y paisano, bien preparado allá en Roma, enviado como seminarista, decía que consiguió la chamba en Bancomer, no tanto por su preparación en teología, filosofía y latín, fue por lo siguiente: “acudí a este Banco a solicitar trabajo, presenté mis datos, ex seminarista y contador, y el Gerente me dijo que no había oportunidad pero que esperara unos meses y se me tomaría en cuenta… cuando regresaba a la puerta de la salida, me encontré en el piso de esta sucursal, un sencillo “clips”, quienes pasaban por ahí no le dieron importancia, pero yo lo levanté y lo llevé a una de las ventanillas diciéndole a la empleada que lo podía utilizar, uno nunca sabe…
…sali rumbo al Pasaje Tanos cuando escuché el grito de la misma señorita de la ventanilla del Banco quien me exclamaba muy agitada que el Gerente deseaba hablar conmigo y cruzamos la calle de Lucio para entrar a la oficina del Gerente quien apenas abriendo la puerta me decía: “El trabajo es suyo”.
No sabía qué clase de trabajo, acepté y años después, no muchos logré el cargo de Subgerente… ¿ y por qué este relato si comentaremos la intensa labor de Edson Corona, el regidor quinto de la comuna de Coatepec ? Por ello mismo.
No fue fácil para él conseguir la regiduría representando a Movimiento Ciudadano en el ayuntamiento de Coatepec, en donde lo integran diez y trabajan cuatro, si, en donde acuden a palacio cuatro y diez cuando se trata para la fotografía de alguna inauguración.
El “Clips” lo encontró honestamente Edson Corona desde antes de la campaña de MC a la municipal, y Andrés Cuevas Melo lo invitó a formar parte de su planilla, sabiendo ya de su tarea realizada y su lugar dentro de la sociedad, sumando votos para el candidato y recorriendo comunidades y colonias, muchas ocasiones por su poropia cuenta pero sembrando para Cuevas Melo. Ahora como edil incómodo, porque está demostrando la manera de laborar de un regidor sin esperar a que el alcalde lo haga, recorriendo calles, colonias atendiendo problemas y dándoles soluciones… lo mismo en el arreglo de banquetas, retirando cables inservibles y que dan mala imagen al pueblo mágico, retirando propaganda pegada en los postes y muros… apoyando eventos deportivos y causas sociales y lo más sorpresivo, si ya con lo realizado es suficiente… aunado a que todos los gastos son pagados de su sueldo.
Los reconocimientos que adornan su oficina en palacio municipal han sido de manera espontánea y de grupos, escuelas, comités, deportistas, empresas que se suman a esta tarea de darle la imagen que merece Coatepec, parecería que son detalles sencillos, pero ninguno de los otros regidores lo imitan sabiendo que en equipo se logran más resultados y beneficios en lo social, cultural, deportivo y desde luego en lo político.
Se vive el inicio de un proceso electoral quizás el más difícil en la vida democrática del país y el partido de Edson Corona, Movimiento Ciudadano, permanece estático aparentemente, sin alianzas y sin candidatos, por lo que nos comentaba Edson que esto es de moverse y todo llegará a su debido tiempo… “no hay prisa, trabajo para Coatepec porque es mi obligación como regidor y para ello tomé protesta para laborar los cuatro años”.
Exacto… no a ratitos.
Y otros con la desfachatez de no presentarse a trabajar |