Tiene muchos años que en México se genera un nivel de violencia muy alta. Guerras van y guerras vienen y los únicos que son sacrificados siempre son los más pobres, los olvidados. Por años los pobres han sido ocupados como carne de cañón para dar la cara en las calles y morir en aras de alguna estrategia de seguridad o involucrarse en las bandas del crimen organizado y perecer en ellas.
Viene esto a colación porque en la actual guerra contra el narco los sacrificados o los involucrados siempre serán los pobres. La batalla entre bandas del crimen organizado implica aventar así literal a los más jodidos a la guerra en las calles. Los sicarios casi siempre son personas con carencias económicas (entre otras) muy altas que ven la oportunidad de progresar y ayudarse a través del empleo que les ofrecen en las células del crimen organizado.
Morir en las calles es un honor dirían por ahí. Y más si mueres cumpliendo una instrucción cualquiera que esta sea en aras de defender a los hermanos que conforman el grupo delincuencial o inclusive en el propio ejercito en donde las tropas están llenas de gente pobre que ven en la milicia un bote salvavidas para garantizarse un mejor futuro. Nada mas erróneo que eso. La mayoría terminan muertos en el combate contra el crimen organizado.
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