Un amigo que caía dentro del alto porcentaje de hombres que son infieles a sus mujeres y que se había convertido en un experto en el manejo de situaciones límite, recomendaba cierta vez a los compañeros de la mesa del café que habían caído en esa misma coyuntura que nunca confesaran su… su… digamos, delito, aunque cayeran en la infame situación de ser sorprendidos in fraganti.

     [Un poco a un lado del tema, un reconocido lingüista, maestro mío, que era un purista del lenguaje, cierta vez se vio en tan incómoda posición, cuando llegó a deshoras su esposa a casa y lo halló en pleno divertimento con una alumna.

     —Estoy sorprendida, Carlo —exclamó la indignada señora.

     El sabio dejó de hacer el ejercicio en el que estaba metido, volteó la cara a su compañera de años, y le dijo con toda solemnidad:

     —No. Tú estás asombrada. ¡El sorprendido soy yo!]

     Bueno, la cosa es que el amigo del principio daba un consejo que han seguido religiosamente -aunque por distinta razón- los funcionarios y militantes de la Cuarta Transformación, empezando por el Presidente de la República. Todos mienten, y lo hacen aunque sean sorprendidos por la realidad, y así nos dejan asombrados a todos los ciudadanos.

     Ahora que han empezado las campañas, una mentira realmente de moda es la de las encuestas pagadas con dinero del Gobierno en las que milagrosamente todos los candidatos oficiales aparecen con amplias ventajas sobre sus seguidores del frente opositor. Que si Claudia Sheinbaum le lleva 24 puntos de ventaja a Xóchitl, que si Rocío Nahle va arriba por 30 puntos sobre el desconocido Pepe Yunes en Veracruz, que si Américo Zúñiga Martínez ha empezado su cruzada más de dos decenas de puntos abajo de la persona que representa a Morena en el distrito federal de la capital.

     Varios ciudadanos nos reunimos la semana pasada y emprendimos un experimento en la ciudad de Xalapa. Se trató de que fuéramos, como lo hicimos, al centro de la ciudad e interrogáramos a cuantas personas pudiéramos (logramos hacerlo con 300) con siete preguntas: 1. ¿Sabe usted que habrá elecciones para diputado federal el primer domingo de junio? 2. ¿Conoce usted al candidato de los tres partidos del frente ciudadano? 3. ¿Puede decir quién abandera para esa posición de parte de Morena y sus aliados? 4. ¿Conoce usted a Américo Zúñiga Martínez? 5. ¿Votaría por él? 6. ¿Conoce usted a Ana Miriam Ferráez Centeno? 7. ¿Votaría por ella?

     La estadística habla por sí sola:

1. 50% desconocían que habría elección para diputado federal.


2. Del 50% que sí sabían, 41% dijeron que estaban enterados de que Américo Zúñiga era el candidato del PAN, PRI y PRD.


3. Del 50% que sí sabían, 3% dijeron que sabían que Miriam Ferráez era la candidata a diputada federal por Morena, PVEM, PT y Fuerza por Veracruz.


4. 84% del total de los entrevistados dijeron conocer a Américo Zúñiga.


5. 67% afirmaron que tenían intención de votar por Américo.


6. 15% del total de los entrevistados dijeron conocer a Ana Miriam Ferráez.


7. 23% afirmaron que tenían intención de votar por Ana Miriam y/o Morena.

     Pero los del partido oficial insisten en que su candidata Ana Miriam va muchos puntos arriba de Américo.

     Igual que dicen de Rocío Nahle frente a Pepe, aunque la realidad que tienen enfrente sea otra.

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