Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo del 2021 y la misma fecha pero en 2022, miles de mexicanas abarrotaron el zócalo capitalino, vandalizaron comercios y monumentos, tiraron vallas, se enfrentaron a la policía y pusieron del asco la imagen de López Obrador como defensor de las mujeres.
Pero en lugar de conciliar, el presidente siguió dándole de palos al avispero al acusarlas de estar infiltradas por el “conservadurismo de la derecha”.
En ambas ocasiones y fiel a su estilo, se organizó mítines de desagravio en Palacio Nacional a donde acudieron decenas de mujeres de Morena entre diputadas, senadoras, alcaldesas y secretarias de su gabinete a endulzarle el oído con miel retórica.
En el besamanos del 2021 la entonces jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, repitió lo mismo que su jefe: que el movimiento feminista estaba manipulado por los conservadores de la derecha y fue más allá al dar a entender que las manifestantes no eran representativas de la mujer mexicana.
¿Buscó dialogar con las agraviadas? Ni por asomo.
¿Qué ha hecho Claudia por ellas en estos cinco años? Callar mientras López Obrador las vapulea.
Pero el plato de la revancha está puesto sobre la mesa.
Mañana se conmemora un aniversario más del Día Internacional de la Mujer y el presidente López Obrador las recibirá con las puertas de Palacio Nacional cerradas y con vallas de tres metros, en algo que los capitalinos han llamado: “Mucho corral para tan poco buey”.
Por su parte, la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, estará en Querétaro presentando el Plan de la República para las Mujeres, que no es otra cosa que más atole con el dedo para quienes no vio ni escuchó durante un lustro.
Hace tres años vaticiné que serán las mujeres las que pondrán a temblar al tabasqueño y a la 4T en las elecciones del próximo 2 de junio y creo que no ando muy errado.
¿Cuántas votarán por Claudia Sheinbaum?
No creo que sean ni con mucho el 62 por ciento de las mujeres que votaron por AMLO en 2018. Y menos sin han sido agraviadas como nunca.
Eso en un país donde sufragan más las mujeres que los hombres, quizá sea la pesadilla le cueste la presidencia a la candidata de Andrés Manuel.
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