Durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, el Servicio de Administración Tributaria realizó 9 mil 941 condonaciones de impuestos, lo cual evitó que 172 mil 335 millones 775 mil 366 pesos ingresaran a las arcas del Gobierno Federal, entre 2007 y 2015.
Las principales empresas que eran perdonadas en sus impuestos fueron. Televisa, no aporto al fisco 20,488 millones de pesos; Banamex, 15,848 millones de pesos; Grupo Carso, 10,292 millones de pesos; Grupo Salinas, 7,775 millones de pesos, sigue sin pagar; además de Cemex, Lala, Bimbo, Bancomer y HSBC.
En un foro previo a las reuniones semestrales del FMI y el Banco Mundial, Georgieva mencionó la necesidad de incrementar el porcentaje de impuestos en relación al PIB por hasta 9 o 10 por ciento más.
El Fondo recomienda mejorar el diseño y la gestión de los impuestos internos básicos, como el impuesto al valor agregado, los impuestos especiales, el impuesto sobre la renta de las personas físicas y el impuesto sobre la renta de las empresas. También sugiere ampliar la base impositiva mediante una simplificación de los gastos fiscales, una tributación más neutral de la renta del capital y un mejor uso de los impuestos sobre la propiedad. Es decir, hacer que los pobres también paguen más. Ya anunció la candidata de Morena, que tampoco ella aumentará impuestos, lo que es como un portazo a las injerencias del Fondo.
Lo más sencillo y rápido es aumentar impuestos, pero genera más pobreza, y esto debe evitarse a toda costa.
Según los expertos del FMI, el incremento de impuestos impulsaría el desarrollo financiero y la capacidad empresarial del sector privado, además de liberar fondos especialmente para reforzar las redes de protección social, lo que puede contribuir sobremanera al desarrollo sostenible.
Ante la negativa de pagar, la actual deuda de Ricardo Salinas, dueño de TV Azteca y Elektra, alcanza los 63 mil millones de pesos, debe pagar, aunque en México existe una larga lista de contribuyentes que son cautivos por lo que se afirma que los pobres pagan más impuestos que los ricos.
Se observa que las personas ricas, pagan aproximadamente 40.8 por ciento de sus ingresos, quienes tienen ingresos medios, pagan el 22.7 por ciento y los pobres alrededor del 14.5 por ciento.
Debe destacarse la obediencia de los presidentes de México hacia todo lo que era para ellos extranjero, o sea sinónimo de calidad, justicia y honestidad, pero también una orden que debían cumplir bajo una amenaza no escrita que tenía que ver con la supervisión del destino de los créditos que otorgaba bancos como el FMI, BID y Banco Mundial.
Estados Unidos es el país al que México le debe más dinero, de acuerdo con Hacienda en 2023 la deuda con EU cerró en 108.2 mil millones de dólares.
El segundo acreedor más grande de deuda externa de México son los Organismos Financieros Internacionales, como son el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. A este tipo de entes se les debe 30.1 mil millones de dólares. En el tercer sitio, se encuentra Alemania; con un saldo de 22.7 mil millones de dólares; mientras que en el cuarto puesto se encuentra Inglaterra, con 15 mil millones.
A Francia se le deben 11.5 mil millones de dólares y tanto en Japón, como en Suiza, México tiene una deuda de 5.6 mil millones de dólares.
México paga puntualmente los intereses de la deuda y logra adelantar algunos plazos sobre el capital, no ha solicitado préstamos al exterior, aunque hay gobiernos estatales que solicitan créditos a la banca que opera en México, la mayoría de propietarios extranjeros.
Las finanzas del país caminan con orden como desde hace muchos años no sucedía, en un momento en el que hasta solicitar un crédito desequilibraría la economía de México, con la correspondiente presión de aceptar injerencias del extranjero, sobre todo en el tema de la economía interna.
Si México solicitara en este momento un crédito como la oposición insistía hace algunos años, el gobierno no tendría tanta libertad de crear y sostener programas sociales en beneficio de los mexicanos.
PEGA Y CORRE.- La Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación continúa haciendo presión sobre el gobierno para fortalecer los liderazgos en nombre de logros gremiales, la organización de marchas son cada vez más próximas y los paros se multiplican en al menos 25 estados. Cumplen seis años sin que haya ni acuerdos ni enfrentamientos… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes. |