Mucho se habla y vislumbra en círculos especializados, que el crecimiento económico del país entrará en un proceso de recesión a partir del 2025, sin que se expongan a la vista con qué fortalezas de la propia economía podrían revertir ese negro pronóstico. 

Sin embargo, y por alguna razón, no se le ha prestado atención a una de las propuestas de Claudia Sheinbaum, con la cual ese pronóstico podrá revertirse y ser, en lugar de una debilidad, una fortaleza para revitalizar la economía del país por sus propios efectos multiplicadores que esa sola actividad produce. 

La propuesta de Sheinbaum es concreta: construir un millón de viviendas en el próximo sexenio, con la estrategia de dar al Infonavit y al Fovissste, la capacidad de construir unidades habitacionales y dar acceso a vivienda dignas, que se puedan rentar de manera más barata y adquirir la vivienda a un precio accesible. 

Actualmente la vivienda en México -se asegura- genera el 2 por ciento del Producto Bruto Interno del país. 

Sin embargo, se le ha contabilizado erróneamente, ya que no se considera el colateral que genera una vivienda, como las obras complementarias que se generan a su alrededor, la necesidad de energía eléctrica, agua potable, drenaje, jardinería, vialidades, y todo lo que se utiliza y demandan como puertas, pisos, ventanas, cocinas integrales, calentadores, estufas y menaje en general, que representa una demanda agregada que actualmente no se está generando. 

Es decir, Claudia Sheinbaum sabe tener un As escondido bajo la manga, al poner los ojos en la vivienda, ya que a la vez que cumplirá con un mandato Constitucional, reactivará lo que tradicionalmente no se cuenta alrededor de la misma; como el aceleramiento de la producción de materiales de la construcción: el cemento, acero, pinturas, fierro, pisos, ventanas, puertas, vidrios y sobre todo la demanda de mano de obra directa e indirecta de la construcción de vivienda. 

Especialistas del Banxico han insistido, sin ser escuchados, que la vivienda, considerando los puntos antes mencionados, puede llegar a representar en términos del gasto entre el 9 y el 14% del PIB.

Pero aún hay más, un segundo As que tendrá Claudia Sheinbaum, será la apertura -por lo prioritario- de financiamiento internacional de desarrollo, como el que ofrece el Banco de Desarrollo de América del Norte, de lo cual, me ocuparé en su oportunidad, pero es un hecho tangible y real. 

Pero, además, Claudia Sheinbaum tiene un tercer As bajo la manga, al pensar en el INFONAVIT para vacunar la contracción económica que se avizora para el 2025 en las arcas nacionales, pues tan solo esta institución tiene alrededor de 200 mil millones de pesos en su propia caja. Dinero no presupuestal, ni del gobierno. Dinero por años subutilizado o inactivo por el burocratismo pero que es, de disposición libre que solo espera de voluntad política para ser ejecutado. Por lo que el funcionario público al que Sheinbaum le encomiende esta misión, deberá ser alguien comprometido al mil por ciento con ella y con el país, para que cumpla sin retrasos de calendario el compromiso de campaña de construir un millón de viviendas en el sexenio.  

Se habla de que ese funcionario con tales características pudiera ser la actual titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, si es que finalmente no es enviada a ocupar alguna otra cartera en Gobernación.

Con Rosa Icela Rodríguez Velásquez al frente del Infonavit, Claudia Sheinbaum completaría los cuatro Ases en la mano y podrá matar varios pájaros de un tiro: amortiguará la recesión, contará con 200 mil millones de pesos adicionales que no tendrá disponibles en el Presupuesto federal, financiamiento internacional de desarrollo y una funcionaria de lujo, fuerte, inteligente y leal que lo dirija. 

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