¿De qué otro modo hubiera podido salir airoso en el Consejo Político Nacional priista reciente? Es decir, Alito estará muerto para la clase política nacional, pero dentro del PRI aún sus chicharrones truenan.
Y en ese tenor y como buen gladiador, 'Alito' sabe que la cabeza de la hiedra en su contra es la del actual senador electo Manlio Fabio Beltrones Rivera, jerarca por muchos años en el PRI y en los gobiernos del PRIAN.
Alito sabe que tumbando la cabeza, el cuerpo cae solo y por eso enfiló sus baterías en contra de Manlio que buscará culminar con no permitirle que se convierta en el coordinador de la bancada del PRI en el Senado.
¿A quién más creen que se refirió Alito cuando denunció que hubo priistas cínicos y traicioneros que conspiraron en el magnicidio en contra del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio? Pues evidentemente que al expresidente Carlos Salinas de Gortari y al senador sonorense electo Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien de pronto se convirtió en el paladín de la democracia y la no reelección.
Y es que aunque no lo dijo, ni señaló ni acusó como tal, lo que dijo Alito fue para recordar lo que mucho se dijo entre los silencios de café durante muchos años y que ahora parecía olvidado.
Pero Alito no se quedó ahí.
De hecho, ya empezó una intensa campaña mediática en la que acusa a Beltrones de navegar con un doble discurso y señalar que “cuando éste -Manlio-, asumió la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, el 20 de agosto de 2015 no hubo elección alguna, tampoco contrincante interno y, quienes amagaron registrarse en dicha contienda interna alegando democracia e inclusión política, fueron “disuadidos” y “persuadidos” por los emisarios de los Pinos”.
“570 consejeros políticos nacionales avalaron -en ese entonces- la designación presidencial, bajo el escrutinio personal de Aurelio Nuño, entonces jefe de la oficina presidencial”.
Manlio Fabio Beltrones, había cumplido con el presidente de la República Enrique Peña Nieto, cristalizando la reforma política que implicó modificar la Constitución federal, que incluía la reelección de Diputados Federales, Senadores de la República, diputados locales, presidentes municipales y síndicos, en todo el país”.
“En ese entonces, Manlio Fabio, dijo Alito, nunca se acordó del principio “sufragio efectivo no reelección” que hoy lo tiene al borde de la inmolación porque la 24 asamblea nacional del PRI aprobó la reelección de sus dirigentes seccionales, municipales, estatales y nacional”.
“Manlio fue un gran perdedor aún y cuando el PRI-Los Pinos y Palacio nacional eran uno mismo” dijo Alito.
Alito acusa y señala que en “la Jornada electoral constitucional del 5 de junio de 2015, Manlio Fabio Beltrones perdió 7 de 12 gubernaturas en juego. Entre ellas, las gubernaturas de Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas que el PRI había gobernado consecutivamente. Una derrota dolorosa, histórica, preámbulo de la derrota presidencial del 2018”.
¿De qué se espanta ahora?
Así, Alito sigue arremetiendo en contra Manlio de la siguiente manera:
“Beltrones, culpó de la inédita derrota, a Osorio Chon, secretario de gobernación en ese entonces, a quien acusó de entrometerse para eliminarlo de la sucesión. Osorio Chon culpó de la derrota del PRI, a Manlio Fabio Beltrones, por incompetente y ambicioso, al imponer candidatos afines a sus propósitos de alcanzar la candidatura a la presidencia de la República y no a candidatos competitivos. Ninguno de ellos fue candidato a la presidencia. Ante la debacle, Peña Nieto cesó a Manlio Fabio Beltrones el 20 de junio de 2016. Su paso por el PRI no duró ni un año”.
Es decir, la guerra abierta ha comenzado.
Alito se abrió de capa en contra de Manlio, y ya se verá la respuesta del Senador sonorense, aunque quizá no lo veamos, pues conocido es que Manlio es de pocas palabras, pero de una operación maligna y precisa por debajo del agua. Y si lo que falta es armonizar la guerra de masas en contra de Alito Moreno, en eso Manlio es un experto y especialista.
Sí, quizá no lo veamos, pero Manlio empezará -sino es que ya lo esté haciendo- por organizar a los más de 250 vacas sagradas priistas que ya dieron el primer paso en oposición abierta contra Alito y tumbarlo de la presidencia. Manlio los ordenará, encausará y movilizará a nivel nacional y sobre todo en los estados. Las arenas húmedas en las que hoy en día están parados Alito y sus seguidores incondicionales que le aplauden su reelección, cada día en los próximos meses se volverán más y más aguadas y movedizas y, terminarán pronto por ahogar la figura del propio Alito y la de los que presiden los CDE priistas y a sus incondicionales.
¿Lo creen? Pues créanlo, porque la maquinaria de Manlio Fabio Beltrones Rivera ya debe haber empezado a caminas y a socavar el piso de Alito y sus pocos incondicionales en los estados.
En el PRI ya no hay regreso.
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