El “viejo librito de la política” prohibía lo visto en Acayucan, Cosoleacaque y Orizaba. 

Suficientes y muy claras señales enviadas por Rocío Nahle en sus discursos como titular de Energía, como candidata, y ahora como gobernadora electa de Veracruz, como para no darse cuenta de que son nuevos tiempos y nuevas formas para Veracruz. 

La política no es, ni debe ser estática, en la política se evoluciona, se negocian nuevos acuerdos en bien del progreso y la mejora… y en Veracruz con Rocío Nahle ha llegado el tiempo para cambiar de página y empezar a escribir en un nuevo librito. 

Veracruz y Rocío Nahle quieren escribir en las páginas blancas de un “Nuevo librito de la política” en el que se puedan plasmar nuevas y conjuntas experiencias de la sociedad veracruzana. 

El nuevo libro de las nuevas Figuras y figurones. 

Por ejemplo, lo sucedido este domingo en Orizaba era prohibido por el viejo librito de la política. Imposible que el agua y el aceite de mezclaran, pero Rocío Nahle y Juan Manuel Diez Francos, estamparon sus firmas en una nueva y limpia página del “nuevo librito de la política”. 

Sin embargo, lo sucedido en Orizaba no fue casualidad, debió ser acordado en una mesa de coloridos manteles de civilidad entre Rocío Nahle García y Juan Manuel Diez Francos.  

No fue casualidad porque Rocío Nahle ha dicho que su papel no será precisamente el de gobernar solo para sus seguidores, sino el de ser institucional y gobernar para todos los veracruzanos. 

Así que los que se esmeran en amarrar navajas y resembrar rencores, confunden la nueva civilidad política con triunfos, fracasos y traiciones. En síntesis, siguen leyendo en el viejo librito.  

Rocío Nahle ha dicho “Hoy debe existir vinculación con el gobierno -federal y municipal-, ya que a nadie le convienen las divisiones, por ello sostengo reuniones con alcaldes de otros partidos”. 

Rocío lo hizo, además de este domingo con el priista Juan Manuel Diez Francos, con otros alcaldes de oposición como la de Acayucan, gobernado por la perredista Rosalba Rodríguez y Ponciano Vázquez Parissi, quien manda en el territorio priista de Cosoleacaque. 

Es decir, lo que ahora pasa en la política de Veracruz no es coincidencia, pues Rocío Nahle lo ha dejado claro en sus discursos y declaraciones: “Tengo mucho tiempo en política y he trabajado en forma institucional, yo tengo una responsabilidad con los más de 8 millones de veracruzanos y veracruzanas de todo el territorio, y los casi 2 millones que están fuera del territorio”. 

La mano de Rocío Nahle ya fue entregada en prenda y tres alcaldes han escrito con ella en el nuevo librito de la política. 

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