De aquí en adelante, y para la historia legislativa y política de Veracruz, la Reforma Constitucional recién aprobada en la LXVI Legislatura del Estado será conocida también (y al margen de lo jurídico) como la “Reforma Cazarín”. 

La mencionada reforma así es llamada ya por la mayoría de diputados de Morena y de oposición de la actual legislatura estatal. 

Y es que la Reforma que acorta el tiempo entre la elección del gobernador y el momento en que debe tomar posesión, no era tanto un problema jurídico para Veracruz, sino una brecha nada práctica en la que por muchos meses se tenía dos gobernadores, el saliente y el entrante, lo que significaba también una especie -parecida sin serlo- a cierto vacío de poder que confunde a la ciudadanía. 

En Veracruz ya sucedió antes cuando fue adecuado el espacio coyuntural en el que los cambios de gobierno en el Estado no coincidían con los de la presidencia de la República, lo que se arregló igual con una reforma Constitucional en el Estado de lo que nació el mini gobierno de dos años que encabezó el panista Miguel Ángel Yunes Linares. 

Entre los diputados de las diferentes fracciones parlamentarias en el Congreso veracruzano, algunos con cierto tipo de envidia política y en otros en un pleno reconocimiento a su líder de bancada, es que ya se le conoce entre sus pares como la “REFORMA CAZARÍN”, ya que la reforma Constitucional fue iniciada por él como un proyecto de decreto como diputado presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso.

Un reconocimiento que ahí quedará como constancia del trabajo legislativo del diputado Juan Javier Gómez Cazarín.

@frlicona