En la Secretaría de Educación Pública tuvo contacto con el Oficial Mayor, Luis Echeverría, y forjó con él una amistad que lo elevaría hasta la primera magistratura aguascalentense.
Cuando le dieron el acta de Gobernador Electo, se vio en la necesidad de integrar su gabinete, e hizo una jugada histórica para conformarlo. Vea usted si no:
Publicó en los dos periódicos locales una convocatoria en la que invitaba a todos los aguascalentenses que tuvieran el perfil a que presentaran su currículum para ser nominados en las secretarias estatales.
A las oficinas del PRI de Aguascalientes llegaron cientos de aspirantes a entregar sus papeles, y éstos fueron enviados al Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del Comité Nacional, en donde especialistas que no conocían a ninguno de los participantes decidieron quiénes eran los mejores para cada posición.
Así, el gabinete de don Cuco Esparza se conformó por profesionales de las diversas ramas de la administración pública, con la particularidad de que el Gobernador Electo no tenía ninguna relación de amistad con ellos y a algunos los conoció el día que fueron nombrados para el cargo.
El profe Cuco fue una persona muy querida en Aguascalientes, en donde vivió decorosamente hasta su muerte a los 93 años, porque era honesto a carta cabal y un gran político.
Su gestión implicó el inicio de la industrialización del estado y el arranque hacia la ciudad moderna y progresista que es hoy la capital. Con eso se supo que la idea del profe Cuco de contratar a los mejores y no a los cuates había sido buena, porque hasta la fecha se considera su equipo de trabajo como uno de los mejores que ha tenido la entidad. Entre ellos no había compromisos de partido, ni compadres, ni familiares.
Dicen que su divisa para contratar era: 90 por ciento de capacidad y 10 por ciento de lealtad.
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