Las primeras evidencias que tuve de la relación entre bandas de la delincuencia organizada y políticos veracruzanos, fue durante una campaña al gobierno del estado. Estaba con el encargado de las finanzas de esa jornada político electoral cuando su secretario entró al cubículo y le dijo “Raúl ahí está la persona con el encargo”, la instrucción inmediata fue: que pase. Un tipo al que no vi bien, porque entró rápido y yo estaba sentado dandole la espalda, entregó una maleta y salió luego de pedir “me saludan al jefe”.
Por curiosidad revisé la agenda completa del recorrido y me percaté de que por los lugares donde se comentaba que había trasiego de droga, como Costa Esmeralda por ejemplo, no se incluía en el recorrido del candidato es decir, se respetaba la ruta del trasiego de droga procedente de Colombia rumbo a los Estados Unidos.
¿Qué tipo de relación había entre los políticos y los narcos?, de respeto mutuo. El gobierno no los molestaba en su chamba de pasar droga al mercado más importante del mundo, los Estados Unidos, y ellos además de entrarle con su cuerno para las campañas, respetaban al gobierno y sobre todo a los ciudadanos. Eran tiempos de entendimiento y respeto entre ambas partes.
Recuerdo que durante una entrevista callejera que le hicimos al gobernador Fidel Herrera Beltrán se le preguntó si había en su gobierno políticos narcos, él con su clásica chabacanería contestó: no, que yo sepa no, lo que hay son muchos políticos NACOS.
Pero si algo prosperó en ese gobierno de la fidelidad fue precisamente el narcotráfico que desató una ola de violencia en todo el estado porque al parecer se rompieron los acuerdos, el gobierno permitió la entrada de otro cártel lo que ocasionó una sangrienta guerra por el territorio. Por otra parte la actividad de los malandros no solo se concentró en el trasiego de droga hacia los Estados Unidos, se le fueron encima a los comerciantes y apareció el cobro del derecho de piso, los secuestros, los robos, Veracruz quedó convertido en lo que todavía es: tierra de delincuentes con impunidad.
¿Vale la pena pactar con los cárteles?
Aquí surge una pregunta que me planteo al igual que otros ciudadanos: ¿Si la producción y trasiego de droga tiene un mercado tan impoprtante como son nuestros vecinos del norte, con muchos dólares para gastar en fentanilo, coca, crak, mariguana o cualquier otro opioide, que no se va a terminar con detener a las cabezas de varios carteles porque la demanda hará que surjan otros de inmediato, porqué no pactar, como se hacía antes, con esos empresarios de la droga para que no se metan con los ciudadanos, y dejen de mantener como rehenes suyos a los mexicanos?. Claro esto incluye que no aspiren a cargos dentro del gobierno y que no compartan sus utilidades con los políticos en el poder porque entonces esto se convierte en un chiquero donde todos están metidos y nadie lo reconoce. Yo me baso en esto:
En abril de 2021, mes y medio antes de las elecciones intermedias, el periodista Carlos Loret entrevistó al entonces candidato de Morena a la gubernatura de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
“–¿Si le habla ‘El Mayo’ Zambada o alguno de los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán se sienta usted a platicar con ellos?
“–Habría que verlo. No tengo una negativa desde ahora. Yo creo que eso lo tendrías que hacer en el marco de una estrategia que le dé cabida a esto, porque finalmente, imagínate, tú, un gobernador del estado estableciendo ese criterio, olvidándose del contexto nacional. Tendría que diseñarse una política más nacional. Finalmente, te lo digo, yo no tengo ataduras, no tengo telarañas. Finalmente yo soy de Badiraguato, no soy capo, no soy narco (pero) hay que explorar nuevas cosas, y hay que quitarnos la hipocresía de la cara y de la cabeza: ‘Yo no’ ‘No me puedo acercar’… Yo creo que no, yo creo que hay que tener mayor apertura.
“–¿Entonces hay que coordinarse con el narco?, le insistió el conductor de la plataforma digital Latinus.
“–Pues hay que buscar una forma de hacerlo…”, aceptó el candidato postulado por Morena y el Partido Sinaloense (PAS), una fuerza política con registro local liderada por el ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y diputado federal electo, Héctor Melesio Cuén Ojeda, asesinado el mismo día que su amigo “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, se reunirían supuestamente en Culiacán con el gobernador Rocha Moya para dirimir sus diferencias políticas por el control de la máxima casa de estudios del estado que el mandatario morenista también había dirigido.
En aquel entonces Rocha Moya decía: que no se hagan pendejos los gobernadores que casi todos tienen acuerdos con la delincuencia organizada solo que a través de enviados, de representantes que ensucian más esto. Tiene que haber una estrategia nacional para controlar esto.
Se nota a leguas que el señor Rocha Moya está metido hasta el tuétano con los barones de la droga, finalmente impuso su estrategia solo que se le salió de las manos y las consecuencias son funestas para el gobierno de López Obrador.
Alito el malandrito
Luego de que el grupo parlamentario del PRI diera a conocer que expulsaba a Manlio Fabio Beltrones de su bancada en la Cámara Alta, el senador electo afirmó que su expulsión es ilegal y que el PRI de Alejandro “Alito” Moreno, es “marrullero y mezquino” con los suyos y pequeño ante la sociedad al no permitir discernir.
En un video difundido en sus redes sociales, el exgobernador de Sonora acusó:
“El PRI, el partido de las alianzas, este día se dio a conocer una decisión ilegal, contraria a toda razón y a toda lógica. La dirigencia de ‘Alito’, subrayo, el PRI de ‘Alito’ decidió de manera unilateral y arbitraria excluirme del grupo parlamentario del PRI en el Senado, sí, de ese grupo parlamentario de ‘Alito’, no del grupo que debiera atender a los intereses de un partido, sino de unos cuantos empeñados en mantenerse a toda costa en la dirigencia.
“El punto central es que el Tribunal Electoral y el INE deben resolver la ilegal e ilegítima autodesignación de su presidente, vamos, su reelección. Ahora resulta que discernir según ‘Alito’, es ilegal, ahora resulta que no estar de acuerdo con ‘Alito’ es atentar, según ellos, contra la unidad del partido, el PRI de “Alito” debiendo de ser formal se ve marrullero y mezquino con los suyos y pequeño ante la sociedad”, enfatizó.
El senador electo puntualizó que el PRI no le pertenece a nadie por mucho que sea la ambición de apoderarse de un partido histórico y que el enquistamiento de grupos políticos sólo perjudica a la militancia y al único que lesiona es al partido mismo.
“El reto es histórico no pueden vencer aquellos que no han sido capaces de convencer, no convencen la farsa de este proceso con una asamblea y una elección simulada. Amigas y amigos priistas estamos dando la batalla por recuperar algo que es de todos no de uno solo, nos lo debemos, el PRI no puede ser fosa de protección de algunos malos priistas que no logran ver más que la codicia del poder a costa de todo”, explicó.
Manlio Fabio Beltrones resaltó que la dirigencia del PRI no representa unidad y que en sus 50 años de militancia tuvo la oportunidad de discernir ideas, además llamó a Alejandro Moreno aspirante a tirano y dictador sobre la decisión de separarlo de la bancada en el Senado y violar sus derechos electorales.
“Tengámoslo claro: esta dirigencia no representa la unidad, está muy lejos de ese concepto, yo he militado más de 50 años en el PRI, en el cual he tenido la oportunidad de compartir con distintos dirigentes ideas y visiones en las cuales siempre se ha respetado el derecho a discernir. Tan ilegal la asamblea, como ilegal cualquier represión partidaria instaurada en mi contra o de alguien más, más aspirante a tirano y dictador no podría ser, mis derechos políticos electorales no pueden vulnerarse por capricho de quien está incómodo con mis opiniones, enfatizó. Por cierto la principal cómplice de Alito sigue siendo la paisana Lorena Piñón, originaria de Sal Rafael, quien jamás soñó andar donde anda ayudando a Alito a enterrar al PRI. Bueno dicen que para los entierros Lorena se pinta sola.
REFLEXIÓN
“Tras la caída de El Mayo Zambada, la impunidad de que ha gozado durante más de 18 años Andrés Manuel López Obrador, está por terminar”; Anabel Hernández. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com |