La única diferencia entre el chocolate de Morena y el de los Yunes radica en un punto que quizás pasa desadvertido para quienes hoy tienen la sartén por el mango… la respuesta.
Cuando Yunes se le fue encima a los Duartistas, podría jurar que un alto porcentaje de la población lo celebró, lo aplaudió y lo respaldó. No sólo en Veracruz, sino a nivel nacional…
Es claro que entre la soltada de demonios se llevó a muchos entre las patas… ¿daño colateral? ¿Falta de tacto? ¿Justos por pecadores? Lo que quieran, pero sí, en un afán de justicia, revancha, o ambas, lastimó a muchos priístas… aunque el partido, al tiempo, parece que “lo perdonó”... el enemigo de mi enemigo es mi amigo…
Ahora, en el chocolate de Morena, hay dos puntos que diferencian mucho su proceso en el manejo del molinillo…
Uno. A diferencia de los Yunes, Morena no ha podido entambar a ninguno de los involucrados, aunque sí, a personas allegadas a ellos…
Dos. A los Yunes sólo los han enjuiciado mediáticamente y en ese campo, los del Estero son muy truchas.
Sí, pueden decir que los “mameyazos” de Javier Duarte de Ochoa están muy buenos… igual que la carta del Mayo Zambada que dice AMLO, es parte de una campaña para vincularlo al narco…
En pocas palabras: Morena pretende hacer de los Yunes, los villanos en la falsificación de documentos mientras que los Yunes se convirtieron en héroes sociales como Caza-Duartistas…
Evitar que un Yunes llegue al escaño o a la curul, más que justicia, más que aplicación de las Leyes, parecerá un ajuste de cuentas políticas… el asunto es que el tiempo corre para ambos, aunque relativamente, más rápido para unos… más lento para otros.
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