De sobra se sabe que habrán varios (y varias) tiradoras en Morena intentando relevar a Sheinbaum: Marcelo Ebrard, quien tiene una promesa directa de la electa, Juan Ramón de la Fuente, Luisa María Alcalde y Ricardo Monreal, principalmente; aún así, buscarán las formas de robustecer a Andrés Manuel López Beltrán, en los años por venir.
El anuncio que el presidente hizo hace algunos días sobre la incursión de su hijo para “consolidar al movimiento” fue, justamente, el banderazo de salida del plan que busca colocar a otro “Andrés Manuel López” como “inquilino” de Palacio Nacional.
La petición de López Obrador es también (me afirman) una súplica de respeto y homenaje a su vida, pues el tercer gran sueño de AMLO es, después de ganar la presidencia y dejar a una mujer como sucesora, que uno de sus descendientes directos gobierne al país.
Por eso varios morenistas ya trabajan en la construcción de su plataforma, pues de antemano saben que Andy tendrá competencia y que el apellido puede no bastarle, dependiendo del crecimiento que tengan Ebrard, Monreal, Alcalde y De la Fuente, principalmente.
De esta manera, Andrés Manuel López Beltrán ya recibió la “bendición” de su padre para construir el tercer piso de la Cuarta Transformación.
Veremos qué ocurre, y si de verdad ocurre.
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