El querer aprovecharse de las coyunturas políticas de México no es nuevo. Siempre han querido adueñarse de México por el interés de su riqueza petrolera y ahora, por el momento, solo quieren desplazarlo de los beneficios del nearshoring. Ya se quedaron con una parte del territorio nacional como usted lo sabe y así lo han expresado:
“Texas is ready to welcome investment dollars that may he looking for a new home as a result of uncertainty surrounding Mexico’s radical judicial reform. We offer a stable and business-friendly environment for global investors that don’t change the powers drastically, We respect business. #Texas #Investment #BusinessGrowth”.
Es decir “Texas está listo para recibir dólares de inversión que puedan estar buscando un nuevo hogar como resultado de la incertidumbre en torno a la radical reforma judicial de México. Ofrecemos un entorno estable y favorable para los negocios para los inversionistas globales que no cambian drásticamente los poderes. Respetamos la #Texas#Investment #BusomessGrowth empresarial”.
Pero se preguntará usted ¿Qué es el nearshoring?
Al nearshoring se le ha definido como la estrategia de externalización por la que una empresa transfiera parte de su producción a terceros que, a pesar de ubicarse en otros países, se localizan en destinos cercanos y con una zona horaria semejante, y que, con el objetivo de reducir los costos, busca proveedores en otros destinos.
Y es que las grandes distancias perjudican las cadenas de suministros y el nearshoring acerca los centros de producción tercerizada. Por ello, la enorme cantidad de empresas que se fueron a instalar a China y al mundo asiático, han venido anunciando sus movimientos hacia una zona más cercana a los Estados Unidos.
En los años recientes mucho se ha hablado de ello y no solo México, sino países de Centroamérica y por supuesto Texas en los Estados Unidos, se han alineado para aprovechar ese gran movimiento de empresas desde el mundo asiático.
Gracias a estudios que han realizado Statista sobre los proveedores de las importaciones en México en 2019, podemos ver que un poco más del 45% provenía de Estados Unidos y casi el 30% de China, Japón, Alemania y Corea del Sur. Algo que, hoy nos queda claro, podría optimizarse.
Así que México tiene ahora un gran rival que tiene dólares, espacio y recursos naturales para aprovechar eso que llaman la gran migración de empresas de Asia hacia América.
¡Cuidado con Texas y los texanos!
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