Lo peor fue que el desplome de Nvidia, afirma Miguel Jiménez, contagió a las empresas de microprocesadores en los mercados y Wall Street sufrió su mayor retroceso desde principios de agosto. El Nasdaq cerró con un retroceso del 3.15% y el S&P 500 cayó el 2.12%.
A la vez, informa Jiménez, la caída de Nvidia hizo que las Bolsas europeas se tiñeran de rojo tras la caída de las Bolsas en Asia y Wall Street.
Habrá que ver cómo le va con ello a la economía mexicana puesto que la “economía estadounidense se encuentra en un punto de inflexión, con señales contradictorias sobre su pérdida de fuelle”.
Pero el tema huele peor para México, puesto que, según los datos oficiales dados a conocer ayer, la economía mexicana no canta mal las rancheras ya que dos de los principales y determinantes indicadores de la situación económica nos muestran que la de México está débil.
1.- La inversión fija bajó en junio el 1% respecto a mayo;
2.- El Consumo Privado en junio se desaceleró 0.1% con respecto a mayo, en una tendencia clara de ir a la baja.
Y todavía nos falta conocer el dato oficial del empleo del mes de agosto, los que, de ser negativos, serían la confirmación de que una vez más (como en el caso del Presidente Salinas), la economía le quedará colgada con alfileres a Claudia Sheinbaum.
Una pregunta es, ¿Cuándo se empezará a reconocer que la economía mexicana no va tan bien como la pintan?
La otra es, ¿La insistencia por aprobar la reforma judicial a pesar del enojo evidente y declarado de inversionistas mexicanos y extranjeros, será la pantalla para justificar lo que desde ahora se ve cómo la debacle económica que le viene a México en el fin de sexenio?
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