Hay formas de reconocer un problema, formas de señalar que no se ha hecho lo correcto, sin decirlo con todas sus letras.
Eso fue lo que hizo este martes la gobernadora electa Rocío Nahle.
Apenas en mayo del presente año, el gobernador Cuitláhuac García presumía de “sus logros” en materia de seguridad. En sus redes sociales publicó: “Veracruz cada vez es más seguro y se encuentra lejos de los primeros lugares de homicidio doloso a nivel nacional, gracias al trabajo diario coordinado con fuerzas federales y fiscalías podemos dar estos resultados para el bienestar del pueblo veracruzano”.
Este día, sin embargo, Rocío Nahle planteó un panorama muy distinto: “El tema de seguridad es prioritario, urgente y hay que atenderlo”.
El tema surgió a partir de los cuestionamientos de los reporteros por los ataques contra funcionarios municipales de Poza Rica (en el último mes 4 de ellos fueron “levantados” por comandos armados y en lo que va del año son 6 los servidores públicos que son privados de la libertad), sucesos de los que no ha dicho una sola palabra Cuitláhuac García.
El gobernador prefiere atribuir la percepción a la “mala fe” de los medios de comunicación, con los que suele tener desencuentros, pues los acusa de falsear la información.
Apenas hace una semana, cuando se le cuestionaba por el asesinato del cineasta Víctor Muro, contrario a la actitud protagónica que suele mostrar, Cuitláhuac García les pedía a los reporteros que esperaran a que la Fiscalía informara sobre el avance de sus investigaciones y, por supuesto, no dejó pasar la oportunidad para poner en duda el papel que juegan los medios de comunicación:
- Ya sé que ustedes van a empezar a inventar cosas, pero no: hay que esperar a la Fiscalía.
– No es inventar, señor gobernador.
– No, es que sí lo hacen.
Y días antes había atribuido a las redes sociales la psicosis generada en Tuxpan, luego de que se activaran dos “códigos rojos” (aviso de alerta a todas las corporaciones de seguridad) por los reportes de una prolongada balacera cerca de varias escuelas y una persecución y el cierre de avenidas importantes de la cabecera municipal.
Puede sonar a cliché, pero de pronto es necesario recordarlo: el primer paso para resolver un problema es reconocer su existencia.
Si nos negamos a admitir que en Veracruz la inseguridad ha crecido, que la delincuencia organizada opera con total impunidad y que nuestras corporaciones policiacas han sido contaminadas por la corrupción (o por las amenazas contra su personal), entonces no podremos ir en busca de soluciones.
Este día la gobernadora electa acudió a una invitación del obispo Juan Carlos Patrón Wong, acompañada del alcalde capitalino y su futuro secretario de Gobierno, Ricardo Ahued. Una semana antes, desde la catedral de Xalapa, el religioso llamó a sus feligreses a orar por “un alto al ambiente de violencia y de criminalidad”.
No es regañando a los reporteros, ni culpando a las redes sociales, como se soluciona el creciente problema de inseguridad en Veracruz. Eso parece entenderlo la gobernadora electa, al anunciar que le dará prioridad durante su administración.
Que así sea.
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Epílogo.
Fernando Yunes Márquez recibió este martes su constancia como diputado local y no hubo el menor intento de aprehenderlo, como sugiriera la representación de Morena en el OPLE. *** En el PAN tampoco están contentos con su llegada, pero admiten que carecen de argumentos para marginarlo, además de que son tan pocos en su bancada, que cada espacio resulta indispensable. *** Fernando Yunes descartó que se vaya a unir a Morena y adelantó que el único responsable de sus votos en el Congreso será él mismo. *** “Lo que llegue al Congreso a partir del día 5 con mucho gusto lo analizaré, lo defenderé, lo votaré en un sentido o en otro, como lo he hecho siempre. A muchos de ustedes les tocó cuando fui diputado la primera vez. A veces voté con mi grupo, a veces voté en contra de mi grupo”, dijo. *** Ya está cantado, aunque en realidad su voto no es necesario para la mayoritaria bancada guinda.
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