Los habitantes de Tuxpan pueden hacer su vida normal, con toda tranquilidad. La balacera fue entre bandas delictivas, por lo que los ciudadanos honestos, las familias de bien, pueden transitar con total seguridad en las pacíficas calles y colonias de ese próspero puerto.
Ya lo dijo nuestro gobernador: no hay psicosis, lo que sucede es que las redes sociales “y los periodistas, por la forma en la que tratan estos temas”, han generado una percepción de alarma que no existe en los hechos.
El mismo gobernador explicó que los disparos que se escucharon la mañana de este jueves en las colonias Jardines e Infonavit Campo Real, fueron producto de un enfrentamiento entre dos grupos delictivos.
“Se trató de un enfrentamiento entre dos células delictivas; una llegó hasta donde estaba la otra y dispararon”.
No tienen de qué preocuparse pues, además, en la mayoría de los casos las balas no atraviesan el blindaje de los vehículos, ni las ventanas protegidas con cristales a prueba de bala, y los escoltas repelerían cualquier ataque.
¿O qué? ¿Acaso el ciudadano común no se mueve con esas medidas de protección?
El afán de minimizar las situaciones de crisis y de pretender que los veracruzanos crean que “no pasa nada”, hace ver al gobernador con su verdadero rostro: insensible al dolor, al miedo, a la preocupación de los ciudadanos a los que él debe proteger desde su investidura.
Él está bien y, por lo tanto, “no pasa nada”.
Apenas el miércoles se registró en aquella misma ciudad -Tuxpan- el “levantón” de tres personas que fueron sacadas por la fuerza de una por un grupo armado. Horas después, este jueves, se registra un prolongado enfrentamiento a tiros entre dos grupos delictivos y ninguno de los múltiples testimonios en video que circulan en las redes sociales, captan la presencia o participación de esas “coordinadas” fuerzas del orden.
Dejan la impresión de que están esperando a que pase la refriega, para ir a contar y levantar los muertos. Esa parece ser la estrategia contra el crimen organizado: “deja que se maten entre ellos; si cae algún inocente, será sólo un daño colateral”.
Ese es el Veracruz incendiado que está dejando Cuitláhuac García.
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Epílogo.
Y mientras las fuerzas coordinadas del orden se trasladaban a Tuxpan, donde “no pasó nada”, muy cerca de ahí, en la comunidad de Casitas, municipio de Tecolutla, fueron asesinados dos hombres y una mujer. *** El martes se reportó la ejecución de cuatro personas en Martínez de la Torre. Al día siguiente, fueron encontrados tres cadáveres con huellas de violencia en la cabecera municipal de Perote. Este jueves tres asesinados más, ahora en Tecolutla. *** Pero el gobierno estatal insiste en que “ha bajado la incidencia delictiva”. ¿Usted les cree?
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