México vive una situación que merece la reconciliación nacional, luego de debate de la aprobación de la reforma judicial, tan polarizado que dividió al país en una parálisis judicial que amerita cordura, y madurez política por todos los partidos, y liderazgos que gobiernan el país. Es tiempo de la reconciliación nacional y aceptar que la reforma judicial ya es un hecho, irreversible que si bien no es aceptada por todos hoy es una realidad. Ya es tiempo de dejar de detener al país y continuar no se puede ya tener secuestrado al poder judicial. Tienen que regresar a trabajar los integrantes del poder judicial, por que es una necesidad urgente para México. La conciliación abona a la solución del conflicto y es prioritario que se resuelva. Por qué vienen otros muchos problemas para México, que están ahí a la puerta para resolverse. Como el de la seguridad nacional , la economía de México que hay que mantenerla. Y la migración. La embestida que dará el nuevo gobierno de Donald Trump con su advertencia de endurecer la política migratoria y castigar a México con la elevación de los costos de aranceles a las exportaciones, es sin duda los temas coyunturales para el país en próximas semanas. No ser responsables y conscientes de los retos que enfrenta el país, se convierte en egoísmo, en terquedad y soberbia. Se tiene que dejar de lado los intereses partidistas y personales y darle paso a la pluralidad. Sin justicia no hay estado de derecho, y sin en él consecuencia es que se carece de inversiones y estabilidad financiera . Es por eso que el poder judicial debe de reconocer que ya es momento de continuar y abonar a que país cuente con un rumbo claro que permita evitar una crisis aún peor. Y haya certeza y certidumbre de lo contrario las consecuencias serán catastróficas para México. |