Desde su primer campaña presidencial y durante su primer mandato, Donald Trump mostró una personalidad altiva, orgullosa e incluso agresiva, la que para muchos representaba una arrogancia insoportable, pero para una gran mayoría de estadounidenses les motivaba a sentirse "empoderados" y orgullosos, sabedores que son ciudadanos del país más poderoso del mundo y no porque lo dijera Trump o los, en su mayoría, altivos gringos, sino porque históticamente los medios de omunicación internacionales cuando hablan del Presidente de los Estados Unidos, se refieren a él como el hombre más poderoso del planeta, y que a Estado Unidos le llaman la potencia mas podereosa, próspera e importante sobre la faz de la tierra, sitio que con Biden vino perdiendo frente al crecimiento de China, por un lado, y la decadencia interna, por el otro, generada por su adhesión a las políticas globalistas, Woke, dictadas a la ONU desde el Foro Economíco Mundial.
Es por ello que, siendo USA un país eminentemente conservador, es entendible que Donald Trump como líder de los Republicanos haya arrasado en las elecciones de noviembre pasado utilizando el discurso: "MAGA" (Make America Great Again), movimiento que encabezó desde 2017 y que por la forma arrogante de ponerlo en práctica y la polarización que la izquierda demócrata promovió entre los gringos, vendiendo como una panacea las políticas identitarias, las políticas verdes contra el "calentamiento global" y las de control poblacional como el aborto y la agenda LGBTQ, llevó a los demócratas nuevamente a la Casa Blanca; mismas políticas que, en su implementación, fueron las que hoy los han echado nuevamente del poder para el triunfal regreso de Trump, consolidado el día de hoy con su juramentación como el 47 Presidente de los Estados Unidos de América.
De su discurso de investidura destacan planteamientos que ya se han vuelto clásicos en él, donde todo lo dicho es conordante con los postulados que ha venido planteando desde su primera campaña, y excepo porque ya no habló del "Muro fronterizo" y su conclusión, todos son ya conocidos por nosotros, aunque si reafirmó la continuación de su política "quédate en México", por lo que es preciso decir que: "No hay nada nuevo bajo el sol", aunque si agregó algunos elementos, por ejemplo en el tema de seguridad nacional como es la orden ejecutiva que firmará para considerar a los cárteles del narcotráfico como grupos terroristas enemigos de USA, lo que le permitiría a sus fuerzas armadas combatirlos en todo el territorio de su país e incluso en el extranjero; así como la medida proteccionista de imponer aranceles a los productos que entren a su territorio a competir con sus nacionales principalmente en la Industria Automotriz, decisión que a la larga le traerá nefastas consecuencias pues los gringos veran encarecerse los poductos importados, acrecentando la inflación que busca combatir; además del sinsentido de "renombrar" al Golfo de México como Golfo de los Estados Unidos, lo cual debería tenernos sin cuidado, mientras se respeten las 200 millas de mar territorial que corresponden a cada nación, ya que el resto son aguas internacionales que nos da lo mismo como las llamen lo gringos, ya que para nosotros, y seguramente para el resto del mundo, seguirá siendo el Golfo de México.
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Así las cosas, tambien aludió al lenguaje inclusivo, pues aunque no lo dijo exprersamente, si mencionó que en USA solo se reconocerán dos géneros: masculino y femenino, lo que implica un franco desafio a las políticas identitarias promovidas por el hegemónicio Lobby LGBTQ, lo cual se veia venir desde que DIsney, Target, Budweiser, Musk, Zuckenberg y otras tantas empresas y empresarios han venido dando marcha atrás en su desquiciado wokismo, principalmente desde el triunfo de Trump.
Todo esto, aunado a lo que sucedió recientemente en Canadá con la caida del Primer Ministro, Justin Trudeu, ante el rechazo popular por las políticas woke llevadas al extremo en ese país, el triunfo de Milei en Argentina, el de Orban en Hungría, el de Melonni en Italia, el de González Urrutia en Venezuela, el de la derecha en Holanda y la fortaleza creciente de LePen en Francia, y la ce Abascal en España, nos hacen ver que el mundo se está sacudiendo la basura woke pra volver a la normalidad de los valores democráticos de respeto a la vida, la Libertad y la propiedaed, como valores inalienables de la humanidad, enhorabuena por ello. |