Por eso, las reuniones se han sellado con fotos del hijo de AMLO junto a las y los personajes emblemáticos del morenismo, haciéndolas públicas rápidamente (a manera de check list), para manejar algo similar a un catálogo de lealtades… como aquello “del que se mueve no sale en la foto”, versión 4T.
Es así como aprovechando la campaña para afiliar a 10 millones de ciudadanos a Morena, Andy López (por instrucciones superiores) visita los terruños estratégicos para cerciorarse qué tan disciplinados son sus dirigentes con lo que emana de la CDMX, o si siguen otras instrucciones.
Una cosa es la foto sonriente (que se toma López Beltrán) con los dirigentes y gobernantes, y otra muy distinta la evaluación interna obtenida para presentar a la presidenta y al grupo de asesores. No es tema menor, de ahí que movilizaran al propio hijo del expresidente.
La insinuación fue entregada de manera personal y fue clara (pretextando el asunto de la afiliación): las órdenes se envían del CEN morenista y, en caso de no seguirse o reportarse oportunamente, se anotará en el catálogo de deslealtades, con las consecuencias que eso conlleve.
Veremos qué ocurre, y si de verdad ocurre.
X: @aaguirre_g |