2. Es un acto de discriminación querer desplazar a una persona de un puesto de elección por el tipo de trabajo que realiza. Cualquier actividad laboral es digna, siempre que se ajuste a lo que manda la ley.
3. La consideración de que un taquero realiza una actividad poco exigente para el cerebro niega el arduo trabajo de organización que requiere montar hasta el puesto de tacos más modesto. El personaje que corta la carne del trompo y nos pone varias delicias en el plato tuvo que hacer un gran esfuerzo desde la compra
mismas de los insumos, la marinación de la carne, la preparación de las salsas, la hechura de las tortillas, el acompañamiento de cilantro, cebolla y limones que adorna y hace excelente el platillo más sabroso del mundo, reconocido por los mejores gourmets del planeta.
4. En el caso de Román Moreno, hay que decir que efectivamente tiene una negociación en la que vende tacos: La Vaca Pinta, pero que no es la única actividad económica que desempeña, porque es propietario de una gran empresa que ofrece servicios de comida en todo el país. Es igualmente propietario de una UMA y se dedica adicionalmente a la distribución de carne en canal. Vamos, que nuestro orgulloso taquero es además todo un empresario que da empleo y manutención a cientos de familias.
¿Taquero? Sí, y a mucha honra. Taquero de postín, y encima un gran padre de familia y ciudadano cercano a sus prójimos.
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