Las señales que envía Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, muestran que esa organización política está tomando muy en serio los resultados obtenidos este año en Veracruz y Durango (que no les resultaron favorables) y que se preparan para hacer ajustes de fondo en la organización interna y en la conformación de su estructura electoral.
Aunque parezca una copia del formato del PRI, la distribución de las tareas y de la organización partidista en secciones electorales (los famosos “seccionales”) ha demostrado ser un efectivo sistema para controlar la cobertura y los alcances del partido en todo el territorio nacional.
En el comité nacional de Morena tienen claro que, gracias a su fuerte crecimiento en la última década, son muchos los actores políticos que buscan sumarse, pero también saben que muchos de ellos, más que sumar, restan, por lo que optaron por la creación de un órgano que se dedique exclusivamente a revisar antecedentes y circunstancias de cada personaje que pretenda incorporarse a sus filas.
De no hacerlo así, corren el riesgo de que lleguen manzanas podridas que echen a perder las que están sanas.
La más reciente medida anunciada por la dirigente nacional de Morena ha sido la de mantener en sus cargos a todos los dirigentes nacionales, e, incluso, a la dirigencia que ella encabeza y al Consejo Nacional, al menos hasta que concluya el proceso electoral del 2027.
Esto, por supuesto, no cayó muy bien a cierto sector de los morenistas de Veracruz, especialmente a los que siguen como su “jefe político” al senador Manuel Huerta.
Pero las cosas son así…. Y así deben seguir. En la dirigencia nacional de Morena entienden que no se trata de destruir todo lo logrado hasta ahora (aunque no haya arrojado los resultados que se esperaban) sino de hacer los ajustes necesarios para garantizar un mejor escenario en el 2027.
En este mismo espacio lo he dicho más de una vez: Morena ha demostrado que no es muy bueno gobernando, pero en el tema electoral nadie los supera: tiene a los mejores operadores y se saben todos los trucos, porque hace años se los aplicaron a ellos, y porque ahora esos mismos que operaron en su contra, están en sus filas.
Esteban Ramírez Zepeta, entonces, seguirá al frente de Morena al menos hasta la segunda mitad del 2027 y quienes aspiren a participar en esa competencia con el patrocinio del partido guinda, en algún momento se tendrán que sentar con él.
La gobernadora Rocío Nahle, jefa política de su partido en Veracruz, ha dado muestras de que está de acuerdo con estas decisiones.
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Epílogo.
Muerte natural u homicidio, al margen del estéril debate que se ha generado tras el hallazgo del cadáver de la maestra y taxista Irma Hernández, lo cierto es que la violencia se ha recrudecido en el norte de la entidad, especialmente en la región que comprende los municipios de Papantla, Poza Rica, Tuxpan y Álamo. *** En las mesas de seguridad ya se detalló la operación de un grupo criminal que se dedica, esencialmente, a la extorsión o “cobro de piso” y hasta el momento las fuerzas coordinadas (Federación y estado) han sido incapaces de desactivarlo. *** El recurrente llamado a la sociedad para que denuncie amenazas y extorsiones pierde vigencia en el momento en que esas organizaciones criminales muestran, de la manera más desalmada, lo que les podría ocurrir si “abren la boca”. *** La crisis de violencia está latente y es necesario que se ataque a fondo y con seriedad, o de lo contrario llegará el momento en el que ya no se le pueda frenar.
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