Esta semana la gobernadora Rocío Nahle la dedicó a recorrer el norte de la entidad y a atender añejos reclamos de la sociedad. El pasado miércoles dio el banderazo de arranque de los trabajos de rehabilitación del tramo carretero Álamo-Benito Juárez-Llano de Enmedio-Ixhuatlán de Madero, como parte de un amplio programa de modernización vial que -dijo- “responde a una deuda histórica con la región norte del estado”.
Esa es una arista que se ha pasado por alto en los últimos días.
Sí, es necesario que las fuerzas del orden -tanto federal como estatal- combatan a los grupos criminales que mantienen el clima de terror en la zona norte de Veracruz, pero hemos pasado por alto una que ha sido bandera de Morena desde los tiempos de López Obrador: al mismo tiempo se tienen que atender las causas sociales, resolver los problemas que, por no ser atendidos, llevan a una intensificación de la delincuencia.
La zona norte de Veracruz no sólo sufre por la cada vez más decisiva intervención de grupos delictivos en la vida cotidiana. Sufren, además, por la severa depresión económica que vive la región y que, en muchas ocasiones, genera como consecuencia que los jóvenes tomen el camino fácil de la delincuencia.
Rehabilitar las carreteras del norte de la entidad provoca una mayor dinámica económica, pues no es sólo el hecho de que las empresas constructoras consuman lo que se ofrece en su entorno, sino que, una vez rehabilitadas esas vías, se impulsará el comercio y se generarán mayores oportunidades de desarrollo.
El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles en Poza Rica, Daniel Caballero, aplaudió la decisión del gobierno estatal de retomar el rescate de las vías de comunicación en el norte de la entidad y dio a conocer que en aquella región hay empresas -la mayoría medianas y pequeñas- con capacidad, experiencia y amplio conocimiento en la materia, que pueden sumarse a esta cruzada para mejorar las condiciones en la entidad.
Aclaró que no le están pidiendo al gobierno estatal que les asignen obras por el hecho de ser empresas de la región, sino que les permitan competir, presentar sus proyectos, pues están seguros de que sus propuestas financieras están al nivel de compañías que llegan desde diversos puntos del país.
Daniel Caballero planteó, además, la conveniencia de que las obras se realicen de forma segmentada, de manera que se genere un mayor impacto entre los constructores y que cada empresa garantice la mejor calidad y los mejores costos en los tramos que les correspondan.
La reactivación económica es, sin duda, un elemento fundamental en las acciones para abatir los índices de violencia y alejar a los jóvenes de las tentaciones vinculadas con la delincuencia. Esto, sin embargo, no se consigue a plenitud si las obras de desarrollo son asignadas a grandes empresas cuya sede es otra entidad federativa. El recurso no se queda en Veracruz y la economía se mantiene deprimida.
Rocío Nahle anunció que su gira de trabajo contempla los municipios de Chicontepec, Tantoyuca, Naranjos, Tempoal y Pánuco, en donde se supervisará otros tramos carreteros estratégicos como Tepetzintla-Tantoyuca, Tempoal-Pánuco, y caminos de acceso a comunidades indígenas en Cazones, Papantla y Coyutla.
Bienvenidas las acciones de la administración estatal. Ojalá vayan acompañadas con el apuntalamiento de las empresas veracruzanas.
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Epílogo.
No es una sorpresa, pues los municipios aledaños ya habían reportado casos positivos, pero finalmente se confirmó que en Coatzacoalcos ya hay registros de la presencia del gusano barrenador del ganado. *** El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), confirmó un caso positivo en Coatzacoalcos y advirtió que se suma a los más de 90 casos detectados en el estado de Veracruz. *** Octavio Sen Ávila, integrante de la Asociación Ganadera local en aquel municipio, señaló que la presencia del gusano barrenador era una situación “previsible”. *** Los ganaderos del sur de la entidad están recibiendo capacitación por especialistas en sanidad animal para prevenir la infección del gusano barrenador, pero está claro que los retenes y filtros instalados por las autoridades, tanto federales como estatales, han sido insuficientes para detener el avance de la plaga.
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