Los privilegios de Gerardo Fernández bajarán considerablemente, pero seguirá teniendo foros (y atención mediática), a través de la polémica que suele crear. “No necesita la presidencia del Senado para seguir siendo Noroña”, dijeron.
La instrucción es que apenas cierre sus labores como presidente del senado, Noroña sea un “legislador más de Morena y se le bajen los decibeles”, pues varias de sus declaraciones han estado fuera de la prudencia.
Y si bien es cierto Gerardo Fernández es “genio y figura” con o sin investidura, sus afirmaciones públicas estaban mucho más “noroñescas” de lo normal. Aunado a ello, la investidura de la presidencia del senado merece algunas formas.
Noroña deberá entregar el cargo a una mujer, y en Palacio Nacional descansan sabiendo que el primero de septiembre no habrá más “un Gerardo Fernández” en la mesa directiva… aunque pueda continuar metiendo en aprietos a “la compañera presidenta”.
X: @aaguirre_g
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