Alguien llegó a pensar que, quizá por su juventud, no faltarían alacranes que quisieran rebasar y delinquir a espaldas de Edgar Herrera Lendechy, líder estatal del Partido Verde Ecologista. Pero el joven Herrera Lendechy les resultó de mano pesada y aparte de que ha hecho crecer electoralmente al Partido está demostrando que para él, combatir la corrupción no es cosa menor. 

No pocos columnistas en Veracruz se han sorprendido de que Herrera Lendechy haya denunciado personalmente a Sergio Martínez Ruiz, representante del PVEM-Veracruz ante el OPLE-Veracruz, por presunta venta de candidaturas en el proceso electoral del pasado junio y por ejercer presión sobre algunos consejeros electorales del Organismo Electoral Estatal.

¿Quién propuso a Sergio Martínez para ese cargo? ¿De quién es protegido? ¿Podrán comprobársele los presuntos delitos? Si resulta inocente lo será; pero Herrera Lendechy ha enviado un contundente mensaje de que no tolerará actos de corrupción en el Verde y lo que vale más es que el dirigente estatal demostró tener los pantalones bien puestos para evitar que cualquiera manche los principios y colores electorales que los identifica. 

Este lunes, no fueron pocos los columnistas que escriben del caso, y no solo locales sino también nacionales. 

Y es que la práctica de la corrupción en los partidos es un hecho que no se puede negar, pero por lo regular se embarra desde los pies hasta la cabeza y las más de las veces se hace con línea, por lo que las denuncias por lo regular no pasan de las quejas mediáticas de los afectos y los presuntos casos queden impunes, se guardan y son celosamente encarpetados.  

Y aquí es donde radica la diferencia. Edgar Herrera Lendechy abrió una investigación partidista y lo hizo público. Dio a conocer el caso y si con ello abrió una Caja de Pandora al interior del Verde… pues que así sea, pero nadie podrá de valorar su valentía y celoso cuidado de los principios de su partido, es decir, la investigación irá a tope y hasta donde tope. 

Mal hubiera hecho el joven Edgar Herrera Lendechy si hubiera callado lo que ya zumbaba en el ambiente y en los cafés, de que Martínez Ruiz había vendido pre candidaturas hasta por 300 mil pesos a aspirantes a las alcaldías y otros tantos pesos menos para quienes querían al menos quedar en las nóminas como regidores por el Verde. 

El problema reventó porque no solo vendió, sino que no cumplió. Y ahí es donde reventó la cuerda, pues muchos de los timados están dispuestos a comparecer y formalizar las denuncias ante las instancias partidistas del CDE estatal. 

Ahora que si al final de cuentas otra cosa sucede, no será responsabilidad de Herrera Lendechy, sino de quienes acusaron por la calentura de no haber sido favorecidos como esperaban, pero la respuesta y el apoyo de Herrera Lendechy quedará como un buen precedente de que con él no va eso de la complicidad y protección. 

La verdad es que ojalá y los timados tengan los pantalones de Herrera Lendechy y no se echen para atrás a la mera hora. 

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