2.- El FONDEN no respondía de inmediato en auxilio de afectados. No era cuestión de horas para que se activara, pues primero se debía declarar la zona de emergencia y luego la zona de desastre. Aun cuando existía el FONDEN, eran los gobiernos estatales y municipales quienes con sus recursos hacían frente a las necesidades inmediatas, con el apoyo del Ejército y la Marina con el Plan DN-III. En esto es donde ganó importancia el FONDEN, porque antes de él, los gobiernos estatales y municipales eran los que tenían que hacer frente a las tragedias y la Federación solo ayudaba en las labores inmediatas, mientras que la reconstrucción tenía que esperar a ser incluida dentro del Presupuesto de los siguientes años lo que empobrecía a las entidades. La solución fue la creación de ese Fondo, con el cual la Federación podía entrarle a la reconstrucción sin esperar los prepuestos anuales.
3.- Los primeros recursos se usaban para reponer las compras de medicamentos, agua para beber, alimentos, ropa y artículos de limpieza, herramientas y renta de maquinaria, así como artículos de aseo personal en caso de una emergencia. ¡Hasta dónde se ha informado esto ha ocurrido y seguirá aún sin la existencia del FONDEN!
En esta etapa el FONDEN aún no liberaba recursos, eran los gobiernos estatales y municipales quienes hacían las erogaciones. Era común que dichos gobiernos gastaban 1 millón de pesos, por ejemplo, y facturaban 100 millones, mismos que el FONDEN les “reponía” posteriormente. Tal era el negocio, que hubo gobernadores (se afirmaba en medios de comunicación y en corto) que hasta prendían veladoras para que en su Estado les cayera una desgracia pues así se abrían las arcas del FONDEN.
4.- Posteriormente, ya después, en un lapso que por lo regular iba del par de meses y hasta años, el FONDEN financiaba los proyectos ejecutivos para reparar la infraestructura dañada por los efectos de un desastre natural y se ejecutaba la reconstrucción de caminos, energía eléctrica, escolleras, se reparaban o construían viviendas y se reponían algunos enseres del hogar, entre otros. Dichos proyectos, dichas obras y dichas compras, sin licitaciones de por medio, pues todo “urgía” y o que se buscaba era que la gente pudiera regresar lo más pronto posible a sus hogares. Así, la inmensa mayoría de aquellas obras construidas con recursos del FONDEN, tenían sobreprecios, se distribuían entre amigos, tenían baja calidad y eran la salvación financiera para muchos gobernantes.
Por lo tanto, entre los mitos que se esgrimen con relación al FONDEN desde días pasados está, principalmente, la inmediatez de su ejecución en primer lugar, y insolvencia del Gobierno para ejecutar la reconstrucción que, con el FONDEN, supuestamente se tendría.
La etapa de la reconstrucción aún no llega en la actual tragedia, pero la Federación cuenta con recursos para ello, como ha sucedido en las desgracias de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y otros estados donde se ha presentado fenómenos naturales, pese a la extinción del FONDEN.
La diferencia primordial es que antes, los gobiernos estatales y municipales comenzaban y luego se unía la Federación con el FONDEN, mientras que ahora la actuación es coordinada desde el inicio entre los tres niveles de Gobierno, desde la limpieza, levantamiento de censos y posterior reconstrucción.
Si esto no hubiera ocurrido a la fecha, entonces sí se debería revisar a conciencia si el FONDEN era mejor, y entonces debería regresar, pero eso se debe demostrar con hechos, y a la fecha ya se tienen datos del funcionamiento de cada uno de los programas y lo que antes se hacía con el FONDEN, no se ha dejado de hacer sin él.
Es necesario señalar, pero también es necesario evaluar. |
