Desde que Berdegué llegó al cargo, los productores de granos como el maíz, sorgo y otros. se apersonaron en sus oficinas para recibir solo malos tratos, cero palabras de aliento o esperanzas ante un problema, que, si bien se originó desde que Rusia y Ucrania iniciaron su dolorosa guerra, el Estado puede hacer mucho para atemperar el daño.
Hasta la fecha el problema es mediáticamente regional, pero la amenaza es latente que pronto escalará a nivel nacional y de qué manera.
Los motivos son, grosso modo, los siguientes:
1.- Canales de comercialización injustos. Comercializadoras pagan solo 4 pesos 80 centavos el kilo de maíz cuando el costo de producción es de 5.50. Costo que aumentó 40% en los últimos 7 años.
2.- Altos costos de producción principalmente por el alto precio de los fertilizantes y el diésel.
3.- Falta de subsidios y apoyos suficientes al campo en general, cuando otros países productores de granos lo hacen.
4.- Afectaciones por la presencia de fenómenos naturales. Las afectaciones les pegan a las zonas urbanas, pero más se resienten en el campo, de donde salen los alimentos.
5.- El precio de garantía es demasiado castigado.
6.- Se padece, como en las zonas urbanas, de inseguridad y temor.
Esta misma semana aparecieron los primeros indicios regionales negativos para el gobierno de Sheinbaum, pero la amenaza de que escale, es latente.
El problema tiene solución, pero no con la miopía de Julio Berdegué; pues con un “MECHA CORTA” como mediador de la presidenta Sheinbaum, no será posible.
Sheinbaum debiera removerlo a tiempo, pues el incendio del campo es inminente, sobre todo en cuanto rebasen el nivel mediático regional.
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