—Era peor García Luna, el hombre fuerte de Felipe Calderón.
—Es una conjura de la ultraderecha.
—El pueblo solamente nos quiere a nosotros.
—Es un honor estar con Obrador.
El manual de contestaciones para los cuatroteístas contiene apenas unas cuantas frases que son repetidas hasta el absurdo con tal de no reconocer la realidad aplastante que han erigido en contra de la tranquilidad y la seguridad de los mexicanos.
Y las respuestas también contienen cifras que, al igual que las frases machacantes, son repetidas con el objetivo goebbeliano de convertirlas en verdaderas para la percepción ciudadana, creen ellos.
Van números: 1) los capitalistas conservadores gastaron 90 millones de pesos en una campaña de redes para promover la marcha de la generación Z; 2) fueron
al Zócalo 600 mil ciudadanos entusiastas a celebrar los siete años de la Cuarta Transformación; 3) Ricardo Salinas debe 70 mil millones de pesos en impuestos; 4) los crímenes se han reducido 27 por ciento.
¿De dónde salió esa cifra mágica de 90 millones que dicen los periquitos morenos que pueden comprobar? ¿Quién contó uno a uno los 600 mil entusiastas que acudieron por su propia voluntad a vitorear a Claudia Sheinbaum? ¿Por qué no explican cómo es posible que se reduzcan las cifras de homicidios violentos en la misma proporción en la que aumenta el número de desaparecidos?
La respuesta es que las contestaciones no son para responder, sino para ocultar los números terribles de la ineficacia de los gobiernos de la 4T en todos sus niveles.
Esas cifras inventadas son repetidas hasta el hastío por los voceros y los fanáticos. Las enuncia Claudia Sheinbaum en su mañanera; las promueve con su vocecita de niña consentida la presidenta del partido Luisa María Alcalde; las vocifera Fernández Noroña a contrapelo de la decencia y el respeto; las recita Ricardo Monreal con voz de padrecito de rancho en sermón dominical; las gritan los diputados y senadores embozados desde su mayoría anónima en las cámaras; las enarbolan todos los chairos como si fueran una verdad irrefutable de su aritmética política.
Son el producto exquisito de la lengua mentirosa de Andrés Manuel… pero ya no sirven para nada ante un pueblo exasperado por tantas mentiras y tantas realidades, encontradas con las albricias artificiales de los morenos.
Las repiten y las repiten y las repiten, pero ya no van a ser creídas por el pueblo honesto y bueno, por el pueblo sufrido que ha soportado todo de los gobiernos guindas y está despertando.
El país ya no da para más… como en Venezuela y Cuba y Nicaragua…
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