Y es que el tema es de alarma, de preocupación nacional, la opacidad y la simulación con la que opero y se condujo la administración Duartista, es el más claro ejemplo de cómo no se debe jamás conducir una administración pues el destino de ello es la quiebra inminente del estado.
Como le dimos a conocer en este mismo espacio y que a penas este domingo confirmará el gobernador Electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares la más reciente declaración del consorcio calificador Moody’s de México ocurridas el pasado 11 de julio confirmaron lo que ya había adelantado un mes antes la también calificadora HR Ratings, quien le otorgó nota crediticia negativa a la entidad.
Para Moody ?s de México la cauda de la baja en la calificación crediticia de Veracruz es resultado de la deuda de 12 créditos respaldados con participaciones federales, los cuales ante la nula capacidad de movilidad económica lo colocan en una posición comprometida.
Y es que las causas para que estos consorcios internacionales dedicados a ello generaran esta baja refieren a que en Veracruz, se cuecen aparte, la constante opacidad y ocultamiento de información traducida en la no presentación de la cuenta pública 2015, que nadie conoce, a pesar del acto simulado que realizará el ORFIS y el propio Congreso a través de la Comisión de Vigilancia, aunado a ello, la no presentación de la Cuenta Pública de los dos primeros trimestres del año 2016.
Según acusa HR Ratings, en el Veracruz que ya cambio, no existe “visibilidad alrededor de la deuda de corto plazo quirografaria”, de igual modo, advierte que dentro de la estimación de que en 2015 la entidad tuvo un déficit de menos 2.4% de los ingresos totales; mientras la media nacional es de superávit de 1.5% de ingresos totales.
Lo alarmante de la situación financiera veracruzana se comprueba cuando se sabe que el crecimiento de los niveles de deuda se dio en condiciones que le llevaron a alcanzar el 40.4% de los ingresos totales frente a una media nacional en donde las entidades solo comprometen el 26.2%.
Las más recientes acciones para terminar de convertir el gasto estatal en un lastre confirman otra de las observaciones de las calificadoras, que adelantan que la expectativa de Veracruz para que la deuda total del Estado aumente hasta 43% se comienza a confirmar al observar “sus altas rigideces en el gasto”; rigideces traducidas en uso irracional de helicópteros, vehículos, escoltas, etc.
Aunado a ello, súmele usted el altísimo gasto de operación respecto de los ingresos totales del Estado, los cuales serán aún mayores con la reciente basificación aprobada por el Congreso de cerca de 15 mil aviadores, dígase lo que se diga.
Pero si pensaba que la cosa, estaba grave, le puedo asegurar que está peor de lo que se creía, pues las mismas calificadoras estiman que estos pronósticos puedan ser “revisados substancialmente una vez que la cuenta pública 2015 sea presentada”, es decir, pueden ser peores; puede haber una baja adicional en las calificaciones financieras, lo que literalmente convertiría a la entidad en un cadáver financiero, sin mayor posibilidad de rescate.
Según ha señalado el mismo gobernador electo, Miguel Ángel Yunes que la decisión de destinar el impuesto del 3% a la Nómina al pago de deuda y no a inversiones productivas contribuirá a que la calificación crediticia de Veracruz siga cayendo, lo que provocará un grave daño a las finanzas públicas.
Aparentemente a usted y a mí que nos puede importar, pero si le digo que esto complica aún más el escenario estatal, pues los efectos de estas calificaciones negativas son sumamente graves para el Estado de Veracruz.
Para Moody’s y RH Ratings en la entidad puede ocurrir lo siguiente: 1. Se podría aplicar una sobretasa adicional de intereses a los créditos de Veracruz; 2. Podría activarse un “evento de vencimiento anticipado”, es decir de prepago, que para el año 2016 sería de 834.6 millones de pesos y en 2017 de 1906 millones de pesos.
El ocultamiento de la Cuenta Pública 2015 afirman expertos es con el objeto de que no se confirme la verdadera situación financiera del gobierno que es prácticamente de quiebra.
Tanto Moody ?s como HR Ratings buscaron en la página de la Secretaría de Finanzas y Planeación la cuenta pública de 2015 y sólo aparecen publicaciones parciales hasta septiembre de 2015.
Según revela el propio Yunes Linares la presente Legislatura pretende antes de concluir el actual periodo de sesiones el 31 de julio, revisar y “aprobar” sin observaciones la tan mencionada Cuenta Pública 2015, misma que nunca fue entregada al Congreso del Estado y mucho menos a sus legisladores, pues solo realizaron un evento simulado el pasado 31 de marzo.
Al tiempo.
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