Rafael fue señalado como el líder de una organización delictiva que opera en Coatzacoalcos y suele asesinar a sus víctimas; mientras que la mujer, Reina Isela, se encargaba de contactar a las víctimas por redes sociales y luego las citaba en sitios donde eran privados de su libertad.
Según las autoridades, estos dos detenidos están relacionados con al menos 12 casos de secuestro cometidos en Coatzacoalcos, dos de ellos atendidos por autoridades federales y otros 10 denunciados ante la autoridad local.
El comandante de la Policía Federal explicó que esta organización delictiva se caracterizaba por su "alto grado de violencia", ya que una vez entregado el dinero por el que se liberaría a las víctimas, en la mayoría de los casos éstas eran asesinadas.
En conferencia de prensa también se presentó a un individuo identificado como Orlando, a quien identifican como el líder de otra banda de secuestradores que opera en la zona centro de Veracruz, entre los Municipios de Alvarado y Cosamaloapan.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública admite que entre enero y agosto del presente año, 16 estados de la República registraron un incremento en el número de secuestros denunciados respecto al mismo periodo del 2015. El Estado de México fue la entidad con un mayor aumento de los secuestros con 174, lo que significa un aumento de 67.3 por ciento.
Los estados que presentaron un incremento en el delito de secuestro en 2016, fueron, además, Veracruz, Distrito Federal, Morelos, Puebla, Oaxaca, Zacatecas, Nuevo León, San Luis Potosí, Baja California, Sinaloa, Chiapas, Guanajuato, Durango, Colima y Yucatán.
La asociación civil "Alto el Secuestro", que lleva sus propias estadísticas, señala que en el mes de junio los tres estados con el mayor número de privaciones ilegales de la libertad fueron Estado de México (49), Veracruz (27) y Guerrero (12).
La tendencia no ha cambiado mucho. Un mes antes la entidad que encabezó dicha lista fue el Estado de México y le siguió Veracruz. La tercera posición la ocupó Tamaulipas.
Tanto las autoridades federales como las locales ya habían encendido los focos rojos en el extremo sur de la entidad. Coatzacoalcos elevó en forma dramática sus índices de violencia y en gran medida colaboró a ello el delito de secuestro.
Aún es mucho lo que falta por hacer, pero el anuncio de este martes nos da una idea de que tanto corporaciones locales como federales están trabajando de forma coordinada para abatir la delincuencia.
Ojalá así sigan.
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