Siguen los alentadores comunicados, del Gobernador electo: “recibiré el gobierno del Estado aplicando una lupa a cada dependencia. Eso es lo que exigen los veracruzanos.”
Este tipo de anuncios, la experiencia demuestra que, unos se convierten en compromisos; otros, en simple ratificación del deber, establecido en las leyes; y algunos más, en buenos deseos, discurso de ocasión o retórica del entretenimiento y la distracción.
En todo caso, alienta enterarse que se adquiere el compromiso de actuar contra los servidores públicos, responsables de los daños y saqueos ocasionados al gobierno estatal, así como de la deplorable situación en la que se encuentran millones de veracruzanos.
Lo mínimo que se espera es que no haya simulación, favoritismo y excepción. Justicia, simple justicia. Abogados y auditores con mucho trabajo por realizar.
Tanto Contraloría, como ORFIS, repletos de responsabilidades y culpabilidades, comisiones y omisiones, encubrimiento y complicidad.
Estimula saber que desde la entrega recepción, los nuevos responsables “deben empezar a revisar el presupuesto para el año próximo, para que el mismo se elabore con los principios planteados por el Instituto Mexicano para la Competitividad, que son honradez, transparencia, eficiencia, eficacia y economía (SIC)”.
Presentes y con frecuencia reiteradas, expresiones muy claras al respecto:
"La gobernabilidad se logra con apego al estado de derecho, transparencia y combate a la corrupción…El pueblo de Veracruz me eligió para hacer justicia no para que me volviera cómplice”
De ahí que se debe insistir, que se tiene la oportunidad histórica, para que a partir del 1 de diciembre, se amplíe, mejore e incorpore la participación ciudadana y social, sobre todo en aspectos y formas de colaboración y apoyo; seguimiento, control y fiscalización; así como de evaluación y previsión gubernamental.
Para contar con “lupa” de tamaño ideal y mayor efectividad, es imprescindible fortalecimiento institucional; localización de fuentes de recursos y apoyos; eficiente y honesta administración pública; y, al mismo tiempo, garantía de gobernar al gobierno.
FORTALECER LA BASE DE LA LEGITIMACIÓN GUBERNAMENTAL.
Más sobre el mismo tema.
En unos días, los nuevos presuntos responsables, tendrán que pasar de los discursos a las decisiones, del decir al hacer.
Demostrado y padecido está, que los innumerables problemas, exigen más mucho más que distractores actos y esperanzadoras declaraciones, adormecedores discursos y recicladas reflexiones, teóricas posiciones o cómodas justificaciones filosóficas.
Los poderes ejecutivo y legislativo estatales cambian sus responsables; se espera que cambien en sus resultados; y sobre todo, que escuchen, incorporen y atiendan bien y oportunamente, las justas demandas y reclamos de los veracruzanos; así como sus preocupaciones y propuestas.
No hacerlo o hacerlo mal, aumentará los problemas y los conflictos sociales, más hambre y pobreza, más ineficiencia y delincuencia serán evidentes.
Tener siempre presente, que para un cambio verdadero es imprescindible fortalecer en verdad, el Estado de Derecho, a la ley y sus instituciones en todo tiempo y en todas partes. Resistencia y desobediencia civil latentes.
Fortalecer y no debilitar. Imposible aceptar el tránsito de un gobierno ineficiente a uno igual o peor. Prioritario detener y combatir, ineficiencia y delincuencia oficiales.
Apoyar y asegurar cambio real y no simulado. Cambio de costumbres y prácticas políticas, tanto en el gobierno como de ciudadanos y sociedad en general. Obligado distinguir entre competente e improvisado, eficiencia y negligencia, responsabilidad y complicidad. Urge organización y capacidad de respuesta y previsión, contra desorden, debilidad institucional e improvisación.
Frente a los viejos y nuevos problemas y reclamos; ante las ancestrales y renovadas necesidades y demandas populares.
Ante la compleja y dinámica problemática social. No es recomendable actuar en forma aislada o a base de ocurrencias mediáticas y oportunismos electorales. Gobiernos sin organización, planeación y verdadera evaluación, tarde o temprano padecen las consecuencias. De ser parte de la solución, acaban por convertirse en un problema.
La experiencia enseña que si las políticas gubernamentales no están en sintonía y coordinadas. Si unas a otras se contradicen y obstaculizan, inevitablemente se fomentan conflictos e inestabilidad social.
Políticas gubernamentales sin coherencia, ineficaces y a destiempo, de una u otra forma, acaban por no ofrecer buenos resultados ni alcanzar sus objetivos. Eso sí, se desaprovechan recursos, se pierden oportunidades y se termina por fomentar el empobrecimiento, apoyar la delincuencia (dentro y fuera del gobierno) y promover los conflictos sociales. Gobiernos promotores y apoyadores de la inconformidad y la violencia.
Oportuno reiterar. Ante la inminente renovación gubernamental además de garantizar permanentemente, el inalienable respeto a libertades y derechos humanos; es indispensable formar y fomentar participación ciudadana y social.
La política-política, debe cambiarse cuanto antes. No sólo se deben buscar nuevos equilibrios, sino también hay que dinamizar y hacer eficiente el sistema político y de gobierno en su conjunto. Sobre todo, para atender las crecientes demandas y reclamos populares; y evitar inestabilidad y violencia.
Para sobrevivir y ser competitivos localmente y en la globalización, es indispensable mejorar institucionalmente la capacidad de respuesta y previsión de todos los ámbitos de gobierno, en su conjunto.
POR EL CAMBIO VERDADERO.
En asuntos públicos, téngase siempre presente que Veracruz decidió, votó y quiere un cambio verdadero y no más de lo mismo.
Y sobre todo, que de inmediato se atiendan y resuelvan, necesidades, problemas y conflictos que padecen esos millones de veracruzanos.
Seguridad y Justicia para hoy; o el desempeño gubernamental será de continuidad de complicidad e impunidad.
Imprescindibles transparencia con seguimiento y control; evaluación y previsión permanentes, a partir de honestidad y efectividad gubernamental, de mejor política y de buena administración pública.
Y hay que insistir más allá del cansancio. Urgen gobiernos capaces y eficientes, de más desarrollo y menos rollo, apegados a la ley y que en verdad fortalezcan el Estado de Derecho, en acciones y no solo en declaraciones; y sobre todo, de legitimación ciudadana y social permanentes.
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez
|