No me lo creo aún, puede que sea, puede que no. De hecho, coincido con la decisión del Congreso en cuanto a que Javier Duarte se presente físicamente, a ratificar su presunta solicitud de cancelación de licencia. Si su estrategia jurídica y mediática incluye regresar a su cargo como Gobernador, aunque sea por 15 días, no veo problema en que se apersone en la Legislatura y diga: "yo firmé la carta".

 

Seamos honestos, la forma en que está escrita la supuesta misiva de Javier Duarte parece más una instrucción que solicitud al Congreso. De manera personal, si sólo me fijara en su estilo soberbio e imperativo de hablar, la carta es de él, pues parece que lo escucháramos conversar, con esa displicencia característica. 

 

Ahora bien, si el texto es real, quiere decir que los abogados del Gobernador con licencia establecieron una táctica extremadamente mediática, para intentar, por supuesto, mitigar los probables grandes vacíos de defensa jurídica que pueda tener. 

 

Es sencillo, si Javier Duarte se presenta al Congreso de manera física a ratificar su supuesta solicitud, en pocos minutos llegarán agentes de la PGR a la Legislatura, para de inmediato, proceder a concretar la orden de aprehensión que pesa sobre su persona. 

 

La Legislatura hace bien en dudar de la firma de Duarte en la dichosa carta. En las comparativas y chequeos visuales correspondientes se vislumbran diferencias en las rúbricas. Para acabar pronto, si en verdad el Gobernador con licencia ya decidió, con su grupo de abogados, pedir le devuelvan el cargo, entre hoy y mañana lo veremos de nuevo físicamente por Veracruz; si no fue él, seguirá prófugo de la justicia, así de fácil.

 

Por otro lado, se me hizo saber que fue el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien autorizó el cambio en la Secretaría de Finanzas. El propio Gobernador Electo le pidió en Bucareli al hidalguense le concediera ese relevo 15 días antes del 1 de diciembre. 

 

Osorio Chong aceptó la solicitud buscando una transición gubernamental en mejores términos, más aún tratándose de las  vapuleadas finanzas de Veracruz. Llegó pues, de esta manera, la primera pieza importante en el gobierno de Miguel Yunes.