Cada cambio de gobierno implica para muchos funcionarios el término y conclusión de su encargo o comisión dentro de la administración pública estatal, parecería que muchos ya lo han entendido pero otros tanto no lo hacen así, se aferran a lo que piensan es suyo y les pertenece por ley.

Así pues, el equipo de transición que entra a recibir las oficinas de las diferentes dependencias del gobierno, se topa con un sinfín de problemas que resolver, de entrada ordenar nuevamente cada área y empezar a reubicar o en su caso dar de baja al personal que según un análisis concienzudo de parte de este equipo ya no tiene nada que aportar en la nueva etapa gubernamental.

Después, meterse en el tema de los dineros que en estos momentos a decir verdad es tema de boga y deporte favorito en Veracruz, obviamente por lo antecedentes que ya todos conocemos la revisión es amplia en todos los sectores, esto además de ser instrucción directa y precisa del ahora Gobernador del Estado.

No podemos dejar de lado que a inicios de esta nueva administración estatal se han presentado ya varios actos de prepotencia y desesperación, por parte del personal que a la fecha ha tomado las riendas de las diferentes oficinas de gobierno en contra de quienes laboran al interior de estas áreas y que son empleados de la administración anterior; sin embargo, hablando con total claridad a muchos de ellos los vemos verdaderamente en un total y profundo desconocimiento de la ley laboral y administrativa, lo que ha obligado muchas veces a dar marcha atrás a algunas indicaciones que ya se habían tomado, precisamente porque se han dado cuenta de que el procedimiento está viciado de origen, lo que podría poner en peligro inminente una o varias demandas laborales por parte de los empleados actuales, lo que en estos momentos de alta crisis económica es lo que menos quieren.

Para nadie es un secreto que cada vez que se presenta un cambio de gobierno, los personajes que llegan traigan atrás de ellos personal nuevo, que por obvias razones requieran ser acomodados en los diferentes espacios que existen dentro del organigrama gubernamental, esto es normal y rutinario de cada seis años, solo que también se debe de recordar que cada trabajador tiene de forma inherente sus derechos laborales resguardados y asegurados desde el momento en que son contratados para desempeñar un cargo o comisión, lo que implica que cuando se pretenda realizar alguna modificación a su estatus laboral, se deberá de observar en todo momento lo que las leyes aplicables a este rubro señalan, jamás se podrá por medio de la coacción o el chantaje laboral prescindir de sus servicios, esto puede traer como consecuencias la acción de la justicia en contra del patrón, y por ende las sanciones aplicables por la ley.

De esta forma no se puede dejar de observar que dentro de toda la estructura de gobierno, también hay elementos valiosos, que han aportado, ayudado, trabajado, y han dado resultados en su encomienda, a ellos se les debe de valorar y medir por los resultados obtenidos, a este tipo de gente se le debería de dejar en sus posiciones, hay que recordar que no todo lo que se hizo y no todos los que están son malos o hicieron mal las cosas, la vara se debe de medir de forma justa y no arbitraria.

Es preciso, recordarle a las nuevas autoridades gubernamentales, que el Estado y los veracruzanos son en su mayoría gente decente y trabajadora que con mucho esfuerzo llevan el pan y la sal a su casa, no se equivoquen, no se confundan, no desenfunden la espada con todos, no vaya a ser que en el futuro próximo inmediato la ciudadanía les cobre la afrenta que están intentando hacer con veracruzanos honestos que solo piden la oportunidad de seguir aportando y sirviendo a Veracruz. Recuerden que nadie es mejor que nadie, no hay veracruzanos ni de primera ni de segunda, todos somos Veracruz, es mejor atemperar sus locas pasiones, antes de que el destino nos alcance a todos, pero sobre todo al nuevo gobierno y sus nuevos y trasparentes funcionarios, veremos qué pasa.

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