Como quien dice, ¿qué prefieren, la pinta o la colorada?
Difícil, muy difícil la tienen los priistas hoy en día. Antes se decían excelentes operadores políticos porque contaban con una maleta llena de billetes bajo del brazo. Pero ahora que ya no tienen la licuadora a su alcance, con solo las prerrogativas oficiales no les alcanzará para lo que estaban acostumbrados. El presidente, dirigentes sectoriales y el resto del comité directivo, tendrán que hacer coperachas para sus actividades políticas.
Los delegados municipales tendrán que pedir aventones para cumplir con su misión imposible. Los alcaldes afines al partido tendrán que apechugar con los gastos, quizá de su bolsa, porque donde los agarre el ORFIS desviando dinero los van a mandar directo a Pacho. Difícil porque según se sabe, muchos no están dispuestos a meterle dinero bueno al malo.
Así que es cuestión de horas, para que se conozca el nombre del nuevo presidente, o presidenta, o delegada en funciones que tendrá en sus manos la encomienda política más complicada de su vida.
Lorena no quiso dar nombres, pero aseguró que solo tendrá unas dos o tres reuniones más que le faltan, la tarde-noche de este sábado y estará lista para su entrevista en la Ciudad de México con el líder nacional del PRI Enrique Ochoa Reza.
“Es muy probable -dijo Lorena- que este mismo domingo, me reúna con el Presidente del CEN Enrique Ochoa Reza y le dé a conocer mi diagnóstico de cómo están por aquí los trabajos rumbo a las elecciones municipales. Le daré a conocer los nombres de los aspirantes que cumplen con las características políticas que se necesitan para realizar un proceso electoral ganador”.
A nuestra pregunta de cómo fue que se decidió su llegada como delegada del CEN a Veracruz, confesó: “Yo le solicité a nuestro presidente Enrique Ochoa Reza, venir a Veracruz a coordinar estos esfuerzos; cierto, perdí la elección en mi estado, pero eso a veces deja mayor enseñanza que cuando uno gana”. Creo que puedo aportar y lo estoy haciendo, que lo importante es la unidad y que todos pongamos mucho de nuestra parte, aseguró.
“Contra lo que se dice por ahí, en Veracruz hay emoción y ganas de ganar las elecciones. Incluso no se descarta que muy pronto la alianza con el Partido Verde se concrete, toda vez que sus fuerzas representaron un 6 por ciento de la votación anterior y ambos partidos nos necesitamos. En mi estado perdí por un porcentaje mucho menor que eso. Y, los partidos políticos se formaron para ganar elecciones y eso es lo que vamos a hacer aquí en Veracruz. Cierto, –dijo- vamos a luchar contra un panorama muy difícil y ánimos adversos heredados por el gobierno anterior, -a lo mejor pagamos justos por pecadores-, pero no todos los priistas somos iguales. En Veracruz hay priistas muy honestos y afortunadamente la gente lo sabe. Concluyó.
Esto último es cierto, se sabe muy bien el dilema que traen los priistas. Por un lado, los fidelistas no quieren perder el partido, sobre todo los diputados federales y locales, cuentan con los hilos en la Ciudad de México y el control político en sus distritos, tienen sus chequeras con muchos ceros y experiencia en ganar elecciones. No perdieron una antes de la del 6 de junio pasado. Y, según nos enteramos tienen alta probabilidad de que uno de ellos, sea quien llegue finalmente a la presidencia del CD, pero tienen también adosada sobre sus espaldas, la mala fama del ex priista número uno hasta hace apenas unos meses y que para más señas es prófugo de la justicia.
Falta muy poco para ver de qué madera están hechos los priistas.
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