No se trata de defender la gestión de Miguel Ángel Yunes Linares, a quien por cierto no se le está juzgando por los primeros cien días de su bienio, sino también por los 2 mil 190 días del sexenio de Javier Duarte, se trata de comprender el juicio de una persona que señala que los 100 días de un gobernante, cualquiera que este sea, es peor que el sexenio del peor gobernante que ha tenido el estado de Veracruz.

Javier Duarte hasta ha sido nominado al record Guinness como uno de los peores gobernantes del planeta, sólo comparado con los mandatarios de Senegal o de Zaire. Su gestión no tiene comparación en la historia reciente de Veracruz ni de México. Los grados de corrupción a los que llegó Duarte hacen ver como un colegial a Ulises Ruiz o al “Gober precioso” Mario Marín. Su criminalidad no se asemeja a la de Moreira ni a la de Rodrigo Medina. Su cinismo supera al de Calderón y Diego Fernández de Cevallos. El monto del saqueo que llevó Duarte y su banda de ladrones es inmenso, supera las decenas de miles de millones de pesos; dinero que por cierto nunca se podrá recuperar. El daño que Javier Duarte ocasionó a la sociedad veracruzana fue como si cada mes, durante seis años, un huracán hubiera devastado el norte, centro y sur de Veracruz. En este sexenio infame Veracruz vivió en estado de alerta, en una contingencia permanente.

A todo eso hay que sumar los crímenes que se llevaron a cabo en Veracruz. Las bandas de delincuentes trabajaron a su gusto por todo el estado. La protección que Arturo Bermúdez Zurita proporcionaba a estas bandas de delincuentes, le permitió acumular una enorme fortuna. Millones y millones de pesos que salían de las extorsiones, secuestros y permisos para traficar drogas, así como el tráfico de indocumentados y la trata de blancas. No se equivoca quien dice que Duarte gobernó como un criminal.

No nos vamos a recuperar en dos años, tampoco se esperaba que los problemas urgentes se solucionaran en 100 días, o en 200. No se levanta una casa derruida en tan poco tiempo, y menos si los que la derribaron siguen horadando sus cimientos.

Es irresponsable por parte de Héctor Yunes Landa y de una ligereza bastante agreste, decir que se puede evaluar el gobierno actual, con sus aciertos, y desaciertos y concluir que después de cien días Yunes Linares salió peor que Javier Duarte.

¿Pues en que concepto tiene Yunes Landa a su “jefe político”? ¿En verdad le parece que el gobierno de Javier Duarte tiene parangón? ¿Es tan poca cosa el desastre que dejó que ya se le puede sustituir como el peor gobernante que ha tenido Veracruz? ¿Tan poca cosa somos los veracruzanos como para que Héctor Yunes Landa minimice el desastre del gobierno anterior, todo porque se siente agraviado por el gobierno actual?

Nunca se pudo quitar Héctor Yunes Landa la sombra de su “jefe político”. Oportunidades las tuvo. El día de la caña de pescar, en vez de esbozar ese gesto idiota que quiso hacer pasar como sonrisa, Yunes Landa debió arrojar al suelo esa caña de pescar. Pero Yunes Landa no quiso ni pudo desligarse de Duarte, quien lo ridiculizó de tal manera que lo hizo ver como su monigote. Ahí está como prueba esa reunión en Casa Veracruz, donde Héctor Yunes está que se lo lleva el diablo, mientras Duarte ríe a carcajadas. Héctor se contuvo porque hasta ese momento Duarte seguía siendo su “jefe politico”.

Pero hoy viene a decirnos, con esa estulticia que ya se le está haciendo tic, que Yunes Linares resultó peor que Duarte; eso sólo significa que Yunes Landa es incapaz de advertir la magnitud del desastre. 

Armando Ortiz

aortiz52@hotmail.com