A cien días del nuevo régimen queda al descubierto una escalada de alianzas y complicidades que paradójicamente adelantó el Pejelagarto, Andrés Manuel López Obrador, tras denunciar lo que ya se sabía.
La entrega de una candidatura con la bendición del PAN a la “tapadera” del Duartismo, Ricardo García Guzmán; que el mismo partido azul permitiera –solapado por el PRD- y el registro de la candidatura del fidelista de hueso colorado David Velasco Chedraui.
Y lo peor.
Queda al descubierto una prostituida relación entre localizados diputados panistas y ex funcionarios duartistas –Juan Manuel del Castillo, Vicente Benítez, Gerardo Buganza- en descrédito del propio jefe del ejecutivo receptáculo de todo lo bueno y lo malo que le sucede a Veracruz.
Al descobijo pues, la complicidad de esos que se dicen cercanos quienes se mueven abajito, en esa penumbra que les permite sobrevivir al panismo tras la muerte del priismo y dejar anclada una posta en caso de que el PRI regrese al poder.
¿Juego perfecto?
Ni tanto al descubrir el aparato de poder estatal las deslealtades de casa en donde se ubica en primer término a la diputada local Cynthia Lobato –quien hasta ahora venía gozando de todas las confianzas de Miguel Angel Yunes-.
La misma que en presunta alianza con Juan Antonio Nemi Dib, ex secretario de Salud busca distraer el grave tema de la corrupción en una de las tres dependencias que registran mayor saqueo en los últimos doce años.
Estamos hablando de la Secretaría de Salud –las otras son la SEV y la SPP- donde se mueven fuerte corrientes distractoras que van desde la filtración de información a modo para los legisladores, en lo particular a Cynthia Lobato, hasta la exculpación de responsabilidades a Duartistas metidos hasta el cuello en cuantiosos desvíos.
Resulta extraño que durante la comparecencia de Fernando Benítez Obeso, la diputada, a unos cuantos días de haber llegado a la legislatura, mostró tal nivel de información en su exposición de motivos que solo alguien desde dentro –o que estuvo dentro- de la Secretaría de Salud estatal, le pudo haber proporcionado.
La responsabilidad apunta a Nemi, quien se ha reunido en varias ocasiones con la legisladora.
El tema, sin embargo, va más allá.
El factor Cynthia es la punta de iceberg de los traidores incrustados en el gobierno y en el partido que ante el alud de problemas que de sí trae el gobernador a quien buscan tenderle cortinas de humo y distractores para consumar alianzas no confesables que empiezan a salir a la luz pública.
¿Qué busca Cynthia Lobato con manipular la información médica que ocultan millonarios desvíos?
Como vocal de la Comisión de Salud y Asistencia Social no puede actuar con dilación al demandar primero un “proyecto informativo” ante la exigencia de actuar ministerialmente a la de ya, sobre los casos de medicamentos clonados, extraviados o pruebas falsas de VIH.
Luego sostiene que debe indagarse sobre el paradero de la víctimas que no recibieron los tratamientos y pruebas adecuadas para prevenir y combatir padecimientos graves como cáncer y VIH… ¿quién y por qué se le aconseja tales caminos, cuando la información está en SESVER y en la propia Fiscalía?
¿Quién le pasó información tan precisa sobre “pruebas de hemoglobina”, el “agua destilada” en ampolletas en lugar de medicamentos contra responsables alternos desviando la atención contra quienes estaban enterados de tal desmadre como Pablo Anaya Ribera, Juan Antonio Nemi y Fernando Benítez Obeso?
¿Por qué no se actúa directamente contra ex directores de los Servicios de salud y jefes administrativos como Luis Fernando Artiga Tinoco, Timoteo Aldana, Ricardo Sandoval, Pedro Manuel Solís y Hugo Odón Flores Lira, que fueron los que encubrieron a los titulares arriba citados?
Cuando se sesga la información se es cómplice ¿qué no?
Pero como decíamos, es la punta del iceberg de un grupo de yunistas que se asumen de hueso colorado pero qué en el fondo, como Cynthia Lobato, se la pasan en el coqueteo ¿por complicidad o por alianza política? con exponentes del duartismo que se mueven en la total impunidad.
El más contento de todos, Juan Antonio Nemi, quien debió haber dicho que la operación le salió más barata que con los priistas.
Algo pues apesta en ese intríngulis Lobato/Nemi.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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