Y es que ante los señalamientos el recién nominado al Premio Nobel de la Paz 2017, es un grito a tiempo, ante la ola de inseguridad que enfrenta la entidad, pero especialmente el sur de Veracruz.
Aun cuando Solalinde Guerra se defiende señalando en redes sociales que: “Estas son las amenazas con las que piensan callarme..! Eso no me detendrá!, seguiré siendo fiel a Dios y a mi conciencia.”, el tema obliga a no bajar la guardia, pues en el supuesto escenario de que algo, ocurra, el responsable directo será el mismo fiscal Winckler, por no tomar la providencias que el caso amerita.
Sumado a ello, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) recibe un nuevo revés, uno de esos que si son de consideración, que habla de la incapacidad del estado para afrontar correctamente el nuevo Sistema de Justicia Penal Adversarial.
El Poder Judicial Federal otorgó un amparo "liso y llano" a uno de los jóvenes involucrados en el caso que se hizo llamar como Los Porkys de Costa de Oro, decretando que deberá ser puesto en libertad por vicios en el procedimiento.
Al resolver el Juicio de amparo numero 159/2017, el Juez Tercero de Distrito del estado de Veracruz, Anuar González Hemadi, otorgó el amparo al joven Diego Gabriel Cruz Alonso acusado del delito de pederastia cometido en contra de una menor de edad.
Según se ha dado a conocer, el juez determinó que el delito de pederastia que se le imputó al muchacho no quedó fehacientemente demostrado, por lo cual debe quedar en libertad de manera inmediata.
La sentencia admite recurso de revisión, pero con la ley de amparo en vigor debe ejecutarse el amparo (es decir poner en libertad al joven) aún y cuando se impugne la revisión, ello por tratarse de delitos graves.
Como usted recordará, la supuesta agresión a la menor de 17 años ocurrió en enero de 2015 en la zona turística de Veracruz-Boca del Río, pero la denuncia se presentó hasta marzo y se hizo público hasta enero del 2016, pues la joven, presentaba las secuelas provocadas por un ataque de esa naturaleza, omitiendo su realidad, e intentando ocultar su pena.
Según se sabe además de Diego Gabriel Cruz Alonso, detenido en junio pasado en la capital española, por este caso está en prisión Enrique Capitaine, arrestado en mayo pasado en Torreón, en el estado norteño de Coahuila. El tercer acusado, Jorge Cotaita, se encuentra prófugo de la Justicia.
Javier Arturo Fernández Gómez, padre de Daphne Fernández, hizo público el caso y exigió castigo; el tema se hizo viral en redes sociales, cuyos usuarios dieron el mote de Los Porkys de Costa de Oro.
La sentencia señala que al “tenor de los medios de prueba existentes, no se encuentra acreditada la totalidad de los elementos del delito de pederastia que se atribuye al quejoso”.
Según consigna el juez en otra parte de la sentencia, “no se encuentra demostrado fehacientemente el abuso sexual de dicha menor a que alude la figura delictiva”, lo que impide declarar constitucionalmente el auto de formal prisión del 23 de enero del 2017.
El juez Anuar González Hemadi estableció que tratándose de delitos de carácter sexual, el abuso consiste precisamente en una acción dolosa con sentido lascivo que se ejecuta sobre el sujeto pasivo, sin tener en consideración el número de tocamientos o roces que se hayan realizado, “de tal manera que un roce o frotamiento incidental no serían considerados como antros sexuales, de no presentarse el elemento intencional de satisfacer un desea sexual a costas del pasivo”.
Los palos arriados al hoy fiscal General del Estados, Jorge Winckler son evidenciados por el juez quien afirman haber encontrado además contradicciones entre los testigos, la mayoría de ellos que no atestiguaron lo ocurrido en el automóvil y en la casa donde presuntamente ocurrió el ataque sexual.
“Toda vez que la autoridad investigadora no aportó medios probatorios de los que se desprendan la totalidad de los elementos del delito de análisis se encuentra ante la insuficiencia de pruebas, por lo que se concluye no se acredita el primer y último de los elementos del ilícito de pederastia, esto es el abuso sexual y la indefensión de la víctima”, sostiene.
Con ello, se abre la posibilidad para que otros de los implicados salgan también bajo el mismo argumento, aun cuando uno se mantiene prófugo y a otro ni siquiera se le proceso, gracias a las influencias de los padres del menor, quienes habrían sido protegidos por el parentesco con connotado empresario de la zona conurbada, quien habría pedido a cambio del apoyo brindado en su momento al Gobierno del Estado impunidad para el joven.
De esa manera Gerardo Rodríguez, goza de libertad desde el inicio del proceso, lo que le ha dado libertad para exhibirse sin tapujos entre el jet set porteño, recientemente el mismo Ignacio “Nacho” Gómez lo habría mostrado a través de su cuenta de Instagram en un evento de Golf https://www.instagram.com/p/BSHh1C3jdjR/?r=wa1.
La pregunta que cabría hacerse, es, ¿hasta cuándo logrará obtener justicia la afectada y su familia?, pues con el tropiezo de Winckler es inminente la salida de los inculpados.
Al tiempo.
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