Es posible que dentro de los locales en que se instalaron las casillas, demasiado tarde por cierto, acaso para inhibir la participación ciudadana, no se habían presentado hechos de violencia, pero la jornada electoral no se circunscribe ni a las casillas ni al mero día en que los ciudadanos pueden sufragar, sino a todo el escenario en que los ciudadanos interactúan en torno a partidos y candidaturas y, por supuesto, los días previos, la propia jornada y los posteriores.
Sea por falta de capacidad, o porque las instrucciones fueron en el sentido de intervenir a favor de los candidatos oficialistas, lo cierto es que Veracruz se convirtió en un verdadero infierno, donde candidatos y candidatas, así como sus equipos políticos, fueron agredidos violentamente, como el atentado con armas de fuego que sufrió Lorena Piñón Rivera, candidata a la alcaldía de San Rafael, cuya casa y vehículo fueron rafagueados la madrugada de este domingo, en un ambiente de enrome crispación generado por el alcalde Héctor Lagunes, quien impulsó con recursos financieros, humanos y materiales, además de amenazas, la candidatura de su hijo Luis Daniel Lagunes por la alianza PAN-PRD.
Hechos como estos, en que abiertamente los candidatos oficialistas infringieron la ley electoral, no han merecido la condena del ilustre gobernador del cambio. Aunque se refirió al hecho cuando fue entrevistado en su casilla, no salió de su ronco pecho una condena contundente al intento por atemorizar a la candidata del PVEM-PRI, ni la promesa de que se investigarían los hechos. En cambio, se llenó la boca con las acciones de las fuerzas estatales del orden en contra de otros partidos: en Castillo de Teayo, la detención de 24 personas y 8 policías por repartir publicidad del PT; la intervención de la policía de Santiago Tuxtla el sábado porque estaba participando en el proceso electoral en apoyo a un candidato (que no era de la coalición PAN-PRD). Se refirió a la balacera contra el domicilio de la candidata de San Rafael, pero se conformó con decir que no hubo heridos. No se refirió a decenas de hechos de violencia contra candidatos de casi todos los partidos, especialmente de Morena y el PRI.
“El reporte es de absoluta tranquilidad en todo el estado, se han instalado la mayor parte de las casillas ya. Está fluyendo ya la votación (…) los detalles, en general, [señalan que] la jornada electoral ha sido muy exitosa”.
Esto lo dijo Yunes Linares cuando en buena parte del estado no se había abierto ni el 30 por ciento de las casillas, aproximadamente; en muchos lados, a las 10:30 horas, no había empezado la votación, y se respiraba en varias regiones un clima de confrontación y la amenaza de violencia electoral.
¿Acaso en su ansia de poder, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares no atendió la imagen que dejaría su proceder en estos comicios municipales?
La violencia salió a votar
Aunque periodistas oficialistas minimizaron el enorme número de hechos de violencia, en que actuaron incluso policías estatales y municipales, aduciendo que lo mismo ha ocurrido en elecciones anteriores, lo cierto es que –como en los operativos del exgobernador Fidel Herrera Beltrán– se ha usado la violencia para evitar que triunfen los candidatos opositores.
Este domingo, poco antes de las cinco de la tarde, un numeroso grupo de hombres irrumpió de forma violenta a la casa de campaña del candidato del Partido Nueva Alianza (Panal) por la alcaldía de Córdoba, Francisco Rangel Cáceres, donde destruyeron cristales, golpearon a algunos jóvenes que allí se encontraban y se robaron equipo de cómputo, papelería y comida. La policía solo le hizo al cuento y nunca dieron con los agresores que huyeron en una camioneta.
El dirigente estatal del PRI, Renato Alarcón dijo que, de acuerdo con información aportada por sus representantes y militantes, hubo una baja participación y atribuyó el hecho a que el proceso electoral “se ha visto ensombrecido por la manifiesta participación de grupos de civiles armados que amedrentan a nuestros candidatos y simpatizantes, con la complacencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado”.
En conferencia de prensa ofrecida a mitad de la jornada de este domingo, los priistas exigieron al Gobernador del Estado “que garantice la seguridad de los veracruzanos en este proceso, que la SSP saque las manos de los comicios, y el Gobernador se mantenga al margen como tantas veces ha prometido y declarado, y que permita que los ciudadanos manifiesten libremente su voluntad”.
Dijo que tenían reportes de incidentes violentos en los municipios de Pánuco, Coxquihui, Alvarado, Soconusco, Acayucan, Coatzacoalcos, Yanga, Acultzingo, Martínez de la Torre, Papantla, Tlapacoyan, Tecolutla, Fortín de las Flores, Mixtla de Altamirano, Espinal, Ignacio de la Llave y Naranjos, en donde grupos de civiles armados, con la complicidad y acompañamiento de la policía estatal y de la Fuerza Civil, están amedrentando y amenazando a la población votante.
“De estos casos, destaco que en Pánuco está al frente de este operativo el contador Ricardo García Guzmán en compañía de su hijo, el diputado local Rodrigo García Escalante, quienes bajaron de su vehículo y amenazaron a nuestro candidato a regidor segundo, Eslim Muljady Romero Holguín.
“En Coxquihui, además de las amenazas, hubo una balacera propiciada presumiblemente por gente y vehículos del Estado de Puebla. En Alvarado, la operación se está dando desde el motel Las Palmas, propiedad del actual presidente municipal, quien coincidentemente es esposo de la candidata de la alianza PAN-PRD. En Sayula de Alemán fue baleada la casa de nuestro candidato a la alcaldía, Antonio Vázquez. En Soconusco fue baleado el candidato del partido Movimiento Ciudadano.
“Todo ello nos permite concluir que el Gobierno del Estado es totalmente parcial y propicia condiciones de miedo, y hasta pánico, para que los veracruzanos no voten”.
Esto sin contar las amenazas de bombas en dos hoteles de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Comicios en Veracruz, los más sucios
De la veracidad del aserto sobre que en Veracruz se infringieron las leyes electorales lo confirma que hasta este domingo se habían reportado 142 denuncias por potenciales delitos electorales a los largo de la jornada comicial ante la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos Electorales (Fepade).
Es cierto que el Estado de México se lleva las palmas en número de expedientes de investigación sobre delitos electorales, pero Veracruz rebasa con mucho a Coahuila y Nayarit, donde se llevaron a cabo comicios para Gobernador del Estado.
La delegada de la Fepade, Mara Eugenia Rodríguez Mendoza, dijo que 111 se presentaron en medios electrónicos y otras 31 de manera presencial en las oficinas de las siete regiones en que funcionan, si bien reconoció que se han presentado casos en que no se encuentran las irregularidades.
Ya mañana veremos los resultados de los comicios y cómo inician las batallas poselectorales.
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