El empresario agregó que el cierre del 2016 y los primeros meses del 2017 resultaron difíciles para el sector de la construcción porque no han tenido chamba. Y remató con una frase rotunda: “No hay obra pública ni inversiones privadas”.
Y como si fuera consigna, empresarios de todas las ramas de la producción se unieron a la cantaleta.
Al saber lo anterior, el Gobernador Miguel Ángel Yunes que va a todas, salió a dar la cara y los desmintió.
“Es absolutamente falso y lamento que haya quien quiera generar esa idea. En todas partes se advierten inversiones y qué bueno que así sea” dijo el señor.
Pero como ya sabemos que su fuerte no es decir la verdad, este aprendiz de columnista se dio a la tarea de investigar si hay obra pública e inversiones privadas y qué crees lector; que el gobernador no miente; tiene toda la razón.
Hay obra pública e inversiones privadas en Jalisco, Nuevo León, Campeche, Yucatán, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Tlaxcala, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Quintana Roo, estado éste donde tiro por viaje se construyen nuevos hoteles.
A pesar de que el crimen los trae a mal traer, también hay inversiones en Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán, Nayarit y Colima. E incluso en estados amolados ancestralmente como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Y ni qué decir de la Ciudad de México, Baja California, Aguascalientes, Tabasco, Puebla, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Querétaro y Durango.
Es decir “en todas partes” como bien lo dijo el señor Gobernador.
Luego entonces ¿de qué se quejan los empresarios?
¿Qué perdón? ¿Que los empresarios hablaban de Veracruz?
Ah caray.
No, pus aquí no hay nada.
Quizá la excepción sea el banderazo de inicio de obra que dio en Tuxpan al libramiento de ese puerto. Tercer banderazo por cierto, porque antes hicieron lo mismo Fidel Herrera y Javier Duarte y es la hora en que ese Libramiento sigue convertido en potrero y monumento a los hoyancos.
De ahí en fuera no se ve actividad y lo que es peor, no se siente esa actividad. Veracruz está parado.
Bueno sería que el Gobernador aclare cuáles son y dónde están esas “todas partes” a las que se refirió.
Porque, sin ánimo de querer contradecirlo, la inversión privada trabaja a su mínima expresión y de la obra pública mejor ni hablar.
Parafraseando a un albañil desempleado: aquí no hay ni madres.
bernardogup@hotmail.com |